domingo, 29 de mayo de 2022

DR. CHRISTFRIED JAKOB

Los neurólogos están familiarizados con Alfons Maria Jakob (1884-1931), nacido en Baviera y profesor de neurología y psiquiatría en la Universidad de Hamburgo, que dio nombre a la enfermedad de Jakob-Creutzfeldt. Otro Jakob, totalmente ignorado en la literatura biomédica inglesa, es el neuropatólogo Christfried (Christofredo) Jakob, 18 años mayor que Alfons, también nacido en Baviera, y considerado el padre de la Neurología en Argentina, su patria adoptiva. .
Con un impresionante conocimiento previo en filosofía, estudios literarios y música clásica, Jakob dedicó su vida al estudio de áreas desconocidas de la neurobiología comparada con especial énfasis en la historia natural de la corteza cerebral, anatomía descriptiva y patológica y neuropatología, psiquiatría, neuropsicología, neurofilosofía, embriología, zoología, botánica, hidrobiología, paleontología y geografía
En el hogar que en una pequeña aldea del sur de Alemania (Wërnitz-Ostheim) habían fundado Godofredo Jakob y Babette Körber, el 25 de diciembre de 1866 nació un niño a quien sus padres, homenajeando la fecha, pusieron el nombre de Christfried, que después, al nacionalizarse argentino, devendría Christofredo.
De acuerdo con la tradición debió seguir estudios teológicos, pero su padre, maestro y hombre de gran cultura, respetuoso y comprensivo de la singular inclinación que el hijo denotaba por los seres y cosas de la Naturaleza, no se opuso e inclusive lo encaminó hacia la medicina. Contó para ello con la ayuda de un cuñado, ya médico, años más tarde destinatario de la dedicatoria con que Christfried encabezará su tesis doctoral. 
En el libro "Perfiles de Psicólogos Argentinos" su autor, Italo Foradori, comete un error cuando afirma que Jakob abandonó la carrera sacerdotal: por referencia familiar nos consta que eso no coincide con la verdad.
Si grande era la afición por el mundo de lo natural, también lo era el apego que, desde su niñez, demostró por la música y el dibujo. Aquella fue el íntimo refugio de su gran espíritu y la fuente de regocijo mayor y de sereno sosiego. Cultivando el segundo llegó a ser casi un profesional, puesto que así lo parecía cuando, empleando la tinta, el lápiz o la tiza, ora en sus trabajos escritos, ora durante sus clases y conferencias, los trazos, esquemas y bocetos alcanzaban poco menos que la perfección. 
No deja de ser llamativa esta disposición por el dibujo que muy frecuentemente tienen en común los anatomistas e histólogos más famosos, Ramón y Cajal y del Río Ortega por ejemplo.
De lo dicho surge como probable que esas propensiones, que desde su temprana juventud evidenció Jakob, disimularan alguna desesperanza de la familia ante el abandono del largamente acariciado proyecto teologal. 
Estudió medicina en la Universidad de Erlangen entre 1886 y 1890. 
Para su tesis estudió la aortitis sifilítica, con Friedrich Albert von Zenker (1825–1898). 
A principios de la década de 1890, fue asistente de Adolf von Strumpell (1853–1925) en la Clínica Médica de Erlangen y ejerció la medicina de forma privada en Bamberg. 
Jakob publicó su primer libro en 1895, un atlas de la anatomía normal y patológica del sistema nervioso, con litografías y xilografías realizadas a partir de dibujos y fotografías originales, y cortes transversales del cerebro que muestran diferentes capas con la ayuda de colgajos superpuestos. 
El libro se tradujo debidamente al inglés, ruso, francés e italiano y se realizó una segunda edición en 1899. 
En 1897, Jakob publicó un atlas de métodos de investigación clínica, un epítome de la medicina interna, que también se tradujo al francés y al inglés. 
En 1899, por mediación de Domingo Cabred (1859–1929), profesor argentino de Psiquiatría, Jakob viajó a Argentina para dirigir el Laboratorio de la Clínica de Psiquiatría y Neurología del Hospicio de las Mercedes de la Universidad de Buenos Aires. 
Le atrajo la perspectiva de recolectar 300 cerebros por año para el estudio anatomopatológico, a diferencia de los 2 o 3 cerebros a los que tenía acceso en Alemania. Su contrato de tres años se amplió más tarde hasta 1910. Durante una docena de años, Jakob produjo trabajos de anatomía, neurología, psicopatología y antropología. 
Regresó a Alemania para continuar su trabajo neurohistológico y supervisar la publicación de su Atlas del cerebro humano y la versión alemana de su Atlas de neuroanatomía comparativa.
En 1911 presentó su idea sobre la ubicuidad, entre especies, de la función dual sensoriomotora de la corteza cerebral. En su monografía, Jakob proponía la existencia de un cerebro visceral, antecediendo en más de un cuarto de siglo al neuroanatomista norteamericano James W. Papez (1883-1958).
En 1912 Jakob regresó a Argentina, donde pasaría los 44 años restantes de su vida, como director del Laboratorio del Hospital Nacional de Alienadas (asilo mental para mujeres), adscrito a la Universidad de Buenos Aires y a la Universidad Nacional de La Plata. 
Los numerosos libros de texto de Jakob en español incluyen Elementos de neurobiología (1923), Anatomía patológica y fisiología (1924), varias conferencias sobre la organización del SNC de los vertebrados superiores y los tres volúmenes magistrales del Atlas de Folia Neurobiologica Argentina que cubren la filogenia, ontogenia, anatomía topográfica y anatomía patológica del cerebro humano.
Los artículos de Jakob cubren una amplia gama de intereses. En neurociencia evolutiva hizo importantes contribuciones al estudiar la neurohistología comparada de algunos de los mamíferos raros de la Patagonia, incluidos Grypotherium domesticum, el pichiciego (Chlamyphorus truncatus) y la zarigüeya (Didelphys azarai, Metachiruscrassicaudatus), y reptiles, como el yacaré (Caiman latirostris). 
En 1905 proporcionó la primera descripción anatómica del cerebro de los indios sudamericanos. Además, publicó artículos sobre Los lóbulos frontales y las funciones mentales superiores (1906), Histología y psicología cerebral (1911), Psicología y su relación con la biología cortical (1913), El desarrollo armonioso de la inteligencia y el cerebro en el niño (1913) y El lóbulo frontal (1943).
Sus estudios neuropatológicos y neuropsiquiátricos incluyen informes sobre neuritis alcohólica aguda, hemiplejía y hemianestesia con parálisis oculomotora cruzada, neurosífilis, afasia motora y su localización, paraplejía espástica progresiva familiar (enfermedad de von Strümpell), fibrocondroosteoma cerebral primario, olivo-ponto-atrofia del cerebelo, tumores pituitarios, arteriosclerosis cerebral, esquizofrenia, formas de enfermedades de Schilder, Hallervorden-Spatz y Pick, y un síndrome que consiste en demencia y un tipo distinto de atrofia del cerebelo bilateral combinada, que involucra la profundidad del surco marginal. 
Jakob se retiró de sus funciones académicas en 1945, dejando como testimonio 20.000 especímenes cerebrales examinados, 30 monografías y 200 trabajos, y habiendo fundado la Escuela Neurobiológica Argentina a través de uno de los laboratorios neurobiológicos más importantes del mundo. 
Falleció en Buenos Aires el 6 de mayo de 1956 a la edad de 90 años.
Sufrieron aflicción genuina los suyos y unos pocos más, entre los que se contaban discípulos, colegas y amigos. En los periódicos aparecieron crónicas como es el uso y, en la prensa científica, notas alusivas de Hanon, Moyano, Aranovich y Bermann. Si hubo otras no lo sabemos, pero si esa nómina es honrosamente buena y suficiente ello no impide advertir que alguna otra presencia hubiese sido discreta y justa.
Dos instituciones oficiales, los laboratorios de la Cátedra de Psiquiatría y del Hospital Nacional Neuropsiquiátrico de Mujeres llevan su nombre, y su retrato y su busto presiden las actividades que allí se realizan. 

* Lazaros C. Triarhou - Manuel del Cerro // February 2007 Journal of  Neurology 
* Dr. Jacinto Carlos Orlando - Ex-Jefe del Servicio de Neurología del Hospital Borda, ex-Jefe del Laboratorio que dirigiera el Prof. Jakob en el Hospital Moyano, ex Profesor Titular (a cargo) de la Cátedra de Neurología y ex-Profesor adjunto (postgrado) en la Cátedra de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires // Electroneurobiología vol. 2 (1), pp. 499-607, 30 junio 1995

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