jueves, 25 de agosto de 2022

Madame MARIE-LOUISE LACHAPELLE

Francia tuvo la notable distinción de ser el primer estado  del mundo en organizar  un  vasto  sistema  nacional  para  la  enseñanza  y  práctica  de  la obstetricia,  cuya  nave  insignia  fue  el  Hospital  de  la  Maternidad.  
La  iniciativa prosperó gracias a la voluntad política de Napoleón, el genio administrativo de Jean-Antoine  Chaptal  (1756-1832),  médico  y  químico  que  fue  su  Ministro  del Interior entre 1800 y 1804, y el conocimiento y la dedicación de la más famosa de las parteras o matronas francesas, Madame Lachapelle.
Marie-Louise Dugès, nacida en París el 1 de enero de 1769, era hija del médico Louis Dugès y de Marie Jonet, quien fue jefa de parteras de la maternidad  del  Hôtel-Dieu.  
Marie-Louise  fue  instruida  por  su  madre  y  llegó  a ser una matrona experimentada ya en su adolescencia. Se casó en 1792 con un cirujano de  apellido Lachapelle, con quien tuvo su única hija, pero enviudó sólo  tres  años  después.  Desde  entonces  dedicó  todos  sus  esfuerzos  a perfeccionar y enseñar su oficio.  
Tras  el  fallecimiento  de  su  madre,  Mme.  Lachapelle  la  sucedió  en  el  Hôtel-Dieu.  
Cuando  surgió  la  iniciativa  de  crear  un  sistema  nacional  de enseñanza de la obstetricia, colaboró sin reservas con el Ministro Chaptal y fue la primera jefa  de  parteras  del  nuevo  Hospice  de  la  Maternité, luego  llamado Maison  d’Accouchemens  (Casa  de  partos),  donde  fue  profesor  Jean-Louis Baudelocque  (1746-1810).  
Este  último  era  un  famoso  cirujano  y  médico obstetra, autor  de importantes tratados,  a quien – a diferencia de muchos  de sus contemporáneos – le agradaba educar a las mujeres.  
Por su parte, Mme. Lachapelle conjugaba un número de cualidades que raramente  se  manifiestan  en  una  misma  persona,  que  la  hicieron  ser  tan amada como respetada. Su  destreza y conocimiento eran indudables. Fue una  aguda  observadora    y  su  autoridad  era  reconocida  por  todos.  
Escribió numerosos  artículos  en  el  Annuaire  Médico-Chirugical.  
Tenía  una extraordinaria aptitud para enseñar. Su celo y dedicación  eran inagotables. Al mismo  tiempo,  trataba  a  sus  alumnas  como  si  fueran  de  su  familia, apoyándolas  en  todo sentido.  Su  mera presencia  en  una  situación  difícil era tranquilizante.  Tenía  el  don  de  infundir  aliento  a  cada  embarazada  y  el discernimiento para hallar la palabra justa en el momento oportuno.  
Por otra parte, fuera de su ámbito profesional era en  extremo humilde y jamás exhibía su conocimiento ni experiencia en situaciones en las  que no tenían aplicación práctica.  Como  parte  de  su  educación,  se  les  enseñaba  a  las  estudiantes  a redactar  historias  clínicas,  que  eran  revisadas  y  corregidas  por  Mme. Lachapelle  y  el  profesor  Baudelocque.  
La  misma  Mme  Lachapelle  llegó  a compilar registros de cuarenta mil partos. De estos registros se comprueba su decidida defensa del parto natural. Entre los cuarenta mil partos solamente se realizaron versiones en 125, se usaron  fórceps  en 93, se realizó sinfisiotomía en dos, y hubo una sola cesárea.   
Mme. Lachapelle destiló su experiencia en su obra magna, Pratique des accouchemens,  ou  Mémoires  et  observations  choisies,  sur  les  points  les  plus importants  de  l’art  (La  práctica  de  los  partos,  o  Memorias  y  observaciones selectas sobre  los  puntos  más  importantes  del  arte).  Lamentablemente,  Mme Lachapelle falleció prematuramente a  los 52 años, el  4 de octubre en 1821, y no  llegó  a  publicar  esta  obra.  No  obstante,  fue  finalmente  compilada  y completada  por  su  sobrino,  el  médico  obstetra  Antoine-Louis  Dugés  (1797-1838)
La obra se publico en tres volúmenes entre 1821 y 1825.  En la portada hay una cita del famoso cirujano y obstetra François Mauriceau (1637-1709):  “Los  ejemplos  persuaden  más  que  los  simples  razonamientos  y  la experiencia proporciona la perfección a todas las artes”.  
Nunca sabremos qué hubiera opinado Mme. Lachapelle acerca de los hallazgos de Kergaradec, pues ella falleció antes de que fuesen presentados. No obstante, su sobrino llegó a ser el principal crítico de la auscultación fetal.

* Fernando Saravi - Revista Médica Universitaria - Vol 10 Nro 2 (2014) - Universidad Nacional de Cuyo - Argentina 

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