martes, 18 de julio de 2023

DR. GEORGE NICHOLAS PAPANICOLAOU

Papanicolau nació el 13 de mayo de 1883 en Kymi, ciudad costera de la isla griega Euboea. 
Era el tercer hijo de Nikolas Papanicolaou y María Georgiou. Su padre era médico y Alcalde de Kymi y fue elegido para la Asamblea Nacional. 
Al llegar su juventud, George se había convertido en un espíritu esencialmente humanista, amante de la literatura, filosofía, idiomas y música, demostrando talento en la ejecución del violín. Su padre influyó para que estudiara medicina, obteniendo su grado con honores a los 21 años en 1904, año en que se alista en la Armada.
Luego de separarse de la milicia en 1906, convence a su padre para financiarle nuevos estudios y llega a Jena, Alemania, donde en 1907 se pone bajo la dirección de Ernest Haeckel, un defensor desde los inicios de las teorías evolucionistas de Darwin. Este profesor como luego August Weismann de Friburgo, sobresaliente genetista que pensaba que la herencia era transmitida a través de las células sexuales, impactaron en GP que para entonces había decidido consagrarse a la investigación biológica e ingresa al Instituto Zoológico de Munich, dirigido por Richard Hertwig. 
Tres años después GP era un hábil microscopista y con el grado de Doctor de Filosofía retorna a Grecia.
Camino a Atenas, encuentra a Andromache Mavroyeni, joven dotada de una fuerte personalidad y una sólida educación. Si bien ambos se conocían previamente, este encuentro pronto dio paso al casamiento concretado ese mismo año (1910).
Luego de un año trabajando en el Museo Oceanográfico de Mónaco regresa a Kymi por la muerte de su madre e ingresa como reservista a la Guerra de los Balcanes en 1912. Allí, voluntarios norteamericanos lo alientan a emigrar a EE.UU, donde las posibilidades para su desarrollo eran ilimitadas.
Marchó a Estados Unidos (Nueva York) el 19 de octubre de 1913 con unos pocos dólares en el bolsillo. Para completar los ingresos Papanicolau tocaba el violín por los restaurantes. 
El zoólogo de la Universidad de Columbia, Thomas H. Morgan, que más tarde recibiría el premio Nobel, conocía la tesis de Papanicolau, lo que le supuso la contratación como asistente en el laboratorio de patología del New York Hospital. 
En 1914 fue transferido al departamento de anatomía de la Cornell University, donde pudo continuar sus estudios sobre la diferenciación sexual.
Papanicolau solicitó algunos cobayas para iniciar sus propios experimentos sobre el papel de los cromosomas X y Y. Pensó que podía recurrir al estudio de la descarga vaginal periódica y establecer una relación entre los patrones citológicos y los cambios en el ovario y útero. 
Junto con Stockard publicó sus hallazgos en el American Journal of Anatomy, en 1917, con el título “The existence of a typical oestros cycle in the guinea pigs - with a study of its histological an physiological changes”.
En 1923 pudo aislar células cancerosas y entonces se centró en el tema buscando sistemáticamente este tipo de células. Aunque el hallazgo ya se había realizado con anterioridad, lo interesante de Papanicolau es que supo buscar una técnica para conservar las células con una fijación y tinción adecuadas. 
En 1928 presentó una comunicación en el Third Race Betterment Conference con el título “New cancer diagnosis”. Este hallazgo permitiría detectar el cáncer antes de poder palparlo u observarlo directamente, pero la comunidad médica no prestó demasiada atención.
En el Hospital de Nueva York se sometió a todas las mujeres del servicio de ginecología a una citología exfoliativa. Se trataba de una prueba sencilla, no dolorosa. Mediante una espátula se obtenían células del fondo de la vagina y del exocérvix. Los resultados fueron contundentes: el uso rutinario de esta técnica permitía diagnosticar un buen número de casos de neoplasia uterina asintomática que no eran visibles por el ojo y que sólo podían demostrarse por biopsia. 
Los resultados se dieron a conocer en el American Journal of Obstetrics and Gynecology en agosto de 1941 en el artículo titulado “The diagnostic value of vaginal smears in carcinoma of the uterus”. Señalaba que el método hallado tenía grandes posibilidades; era sencillo, económico, podía utilizarse masivamente y permitía detectar el cáncer en sus inicios o en la etapa preinvasiva. 

El Dr. Papanicolaou junto a su talentosa esposa

Después publicó el libro Diagnosis of uterine cancer by the vaginal Smear. 
La American Cancer Society de Estados Unidos se interesó por la técnica de Papanicolau. 
Cuando empezó a aplicarse con regularidad, las cifras de mortalidad por cáncer de cuello de útero disminuyeron drásticamente. 
El test de Papanicolau o “Pap test” es uno de los aportes más importantes en el terreno de la medicina preventiva en el siglo XX. Sigue siendo la prueba más adecuada y empleada para el diagnóstico de lesiones precursoras de cáncer de cuello uterino, frente a otras pruebas disponibles. 
Desde 1940 el porcentaje de muertes en mujeres con cáncer cervical (cuello de útero) ha decrecido un 70%, en gran parte porque muchas mujeres se han sometido a un Papanicolau. Aunque no es infalible, este test detecta el 95% de cánceres cervicales y, lo que es más importante, los detecta en un estado en el que todavía no se ven a simple vista y, por tanto, pueden ser tratados y, casi invariablemente, curados.
Publicó 158 trabajos y recibió diversos honores de facultades y sociedades americanas así como de la Academia de Atenas. 
El Gobierno Griego acuñó dracmas con su efigie así como sellos postales (también en EE.UU). 
Frente a la Escuela Médica de Cornell fue plantado en su honor un gajo del maple hipocrático. Desde entonces los graduados recitan el juramento Hipocrático bajo su sombra.
El 19 de febrero de 1962 un paro cardíaco lo sorprendió cuando se aprestaba a materializar un profundo anhelo: organizar un Instituto de Investigación. 
Luego de un frustrado ofrecimiento en Grecia, su tierra materna, la oportunidad llegó cuando le fue ofrecida la dirección del Instituto de Investigación del Cáncer de Miami. En noviembre de 1961, George Papanicolaou y su esposa se establecían en Miami Beach, en la Isla DiLido. 
La selección de sus colaboradores se realizó en dos meses y para enero de 1962 todo estaba dispuesto para esta nueva etapa.
Su desaparición en este momento especial de su vida nos plantea cuánto más podría dar a la humanidad este hombre solitario y reservado; ello queda en la imaginación de cuantos lo conocieron y en los que simplemente lo admiramos a través de sus hechos y de una vida nada fácil de inmigrante.

* Univ. Méd. Bogotá (Colombia), 49 (2): 249-251, abril-junio de 2008
* Dr. Gerardo González-Martínez - Departament of Pathology. Columbia University. New York, EE.UU. // Rev Obstet Ginecol Venez v.65 n.1 Caracas mar. 2005

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