Radiólogo danés nacido el 13 de agosto de 1871, tras cursar los estudios habituales, se diplomó en la Universidad de Copenhague en 1896.
Tras una larga formación hospitalaria, sobre todo en medicina clínica, en 1905 inició los estudios y trabajos de roentgenología a los que dedicaría sus mejores esfuerzos durante los veinticinco años siguientes.
También su clínica privada de roentgen fue muy solicitada durante todos esos años.
En 1929, la Universidad de Copenhague le concedió el título honorífico de Doctor en Medicina.
Fue presidente de la Sociedad Radiológica Danesa de 1922 a 1924, y miembro del Comité Danés del Cáncer y de la Fundación del Radio.
Fue miembro del consejo de la Asociación Norteña de Radiología Médica desde su fundación en 1919, y presidente de su quinto congreso, celebrado en Copenhague en 1927.
De Acta Radiológica, el Dr. Panner fue coeditor desde el comienzo de esta publicación en 1921, y una parte importante de sus contribuciones a la literatura médica vieron la luz en estas páginas.
En ellas se tratan los dos temas radiológicos a los que dedicó su mayor interés: el diagnóstico radiológico del intestino y de los huesos y articulaciones.
Entre los subproyectos sobre los que escribió cabe mencionar el examen roentgenológico de las úlceras duodenales y de la invaginación del colon, la condromatosis capsular y la osteocondritis disecante de la articulación del codo.
Se interesó especialmente por todo el grupo de afecciones óseas que se manifiestan sobre todo en la pubertad, y con las que están relacionados nombres como Koehler, Perthes, Scheuermann y otros.
Una de sus importantes contribuciones se refería a la enfermedad de Koehler del segundo y tercer metatarsiano, y no sin razón su nombre, junto con el de Koehler, está relacionado en todo el mundo con esa afección.
Finalmente, algún tiempo antes de su muerte, llamó la atención sobre una afección del capitulum humeri, perteneciente al mismo grupo de afecciones juveniles.
Nunca había sido descrita antes, y ahora es conocida en la literatura médica como la enfermedad de Panner.
Como es natural, la obra literaria de Panner adquirió la máxima importancia para los roentgenólogos de su país.
Esto es especialmente cierto en el caso de su excelente Libro de Texto de Roentgenología de los Órganos Digestivos.
Cuantitativamente, su producción no fue muy grande; cualitativamente ocupa un lugar muy alto.
Ello se debe a su autocrítica, a su gran minuciosidad y a la meticulosa investigación preparatoria de la que fueron fruto.
El amor a la verdad y un sentido crítico muy desarrollado, unidos a la mayor modestia, fueron algunos de los rasgos que le distinguieron y sellaron su obra.
Con la fundación, en 1919, de la Northern Association of Radiology comenzó una época de grandes progresos para esa ciencia en Dinamarca, como en toda Escandinavia; y en ese movimiento Panner se convirtió en una de las figuras principales, aunque su cautela algo pesada podía sentirse a veces como un freno al rápido avance.
Participaba asiduamente en las reuniones de la Sociedad Radiológica y en otras reuniones de especialistas, y sus contribuciones al debate en tales ocasiones eran siempre de peso y bien fundadas.
Pero la creciente autoridad que, con el paso de los años, fue adquiriendo entre sus colegas y que, a pesar de su corta edad, le convirtió en un referente de la radiología en su país, se debió no sólo a su valía científica, su fiabilidad y su sentido común, sino también en gran medida al sentimiento de amistad que le unía a todos ellos.
Casi todos los radiólogos daneses han sido, en algún momento, sus ayudantes, y todos los más jóvenes llegaron a sentir un apego sincero y duradero por él.
Año tras año se reunían en su hermosa casa.
Allí su humor amable y su espíritu cálido y genial se mostraban en todo su esplendor, pero también en las reuniones radiológicas escandinavas, esos rasgos le granjearon el cariño de los colegas; y muchos son los buenos amigos entre los radiólogos escandinavos que le echarán de menos en futuros congresos.
Con la muerte de Hans Jessen Panner, acaecida el 11 de agosto de 1930, la ciencia radiológica danesa ha perdido a uno de sus pioneros más destacados.
El Dr. Panner sufría desde hacía tiempo de artritis urémica, a la que se añadió, en los últimos años, la diabetes. Podemos creer que la muerte ha sido un alivio para él.
Hombre de gran carácter que dedicó todas sus capacidades a un arduo trabajo, médico eminente y buen colega, ocupará durante mucho tiempo un lugar muy querido en la memoria de todos nosotros.
* Chr I. Baastrup (1930) Hans Jessen Panner in Memoriam, Acta Radiologica, 11:4, 347-349, DOI: 10.3109/00016923009132941
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