Jacob Henle fue un gran anatomista alemán y es considerado uno de los más grandes histólogos de todos los tiempos.
Uno de los epónimos más conocidos de la histología renal es el del asa de Henle, pero muchos otros hallazgos anatómicos y patológicos llevan también su nombre. Durante su estancia en Zúrich, Henle se enamoró de Elise Egloff, la sirvienta y costurera de la casa de uno de sus amigos. ¿Cómo se podía acercar este abismo social para poder entablar una relación sentimental? Henle consiguió que su hermana María educara a Elise y pudiera darle un lustre social. En un periodo muy corto, Elise fue transformada en una dama de mundo. Un año después, Jacob y Elise estaban casados.
Este episodio inspiró al escritor Auerbach la novela "La esposa del profesor" y a George Bernard Shaw la obra de teatro Pigmalión.
Friedrich Gustav Jacob Henle nació el 19 de julio de 1809 en Fürth, una pequeña ciudad de Bavaria, a 10 km de Núremberg, en el seno de una familia judía. Su padre, Wilhelm Henle, era comerciante y su madre, Helene Sophia Diespeck, la hija de un rabino de Baiersdorf.
En aquella época, muchos judíos alemanes educados veían la conversión al catolicismo como una vía de avance social, y por ello Jacob optó por la conversión al protestantismo.
Fue un estudiante muy brillante, con facilidad para los idiomas (hablaba alemán, inglés, francés, italiano y danés); tocaba el violín y el violonchelo, y cantaba muy bien. La música lo unió en estrecha amistad con Félix Mendelssohn, con el que además compartía antecedentes judíos.
Gracias a su afición a la música conoció a Johannes Peter Müller, quien se convirtió en su guía académico. Fue Müller quien le sugirió que estudiara medicina, y Jacob ingresó a la Universidad de Bonn en octubre de 1827 (a los 18 años de edad) y se graduó como médico el 4 de abril de 1832 con la tesis titulada "De Membrana Pupillari Aliisque Oculi Membranas Pellucentibus" (Sobre la membrana pupilar y otras membranas translúcidas del ojo).
Su interés por la anatomía queda patente en una carta que escribió a sus padres: «No conozco mejor alimento para la imaginación que la hermosa formación del cuerpo humano construido por huesos y músculos individuales, que conozco muy bien, y que muestran un ensamblado perfecto».
En la Universidad de Bonn, Henle fue miembro activo de la fraternidad Burschenschaften, un tipo de asociación inspirada por ideas liberales y nacionalistas; Jacob aceptó los exámenes de valentía y honor que la fraternidad imponía, y participó en combates arriesgando su vida.
Gracias a sus trabajos anatómicos, se sabe que el joven Henle era muy hábil con el cuchillo en la sala de disección, pero no ocurría lo mismo cuando se batía en duelos, pues recibió una herida en la mejilla derecha que lo acompañó toda su vida; en las fotografías aparece casi siempre volteando la cara hacia la derecha, posiblemente para cubrir la herida.
Durante un tiempo Henle continuó sus estudios en Heidelberg, donde tuvo a notables maestros como el
gran obstetra Franz Naegele (1778-1851) y los anatomistas Friedrich Arnold (1803-1890) y Friedrich Tiedemann (1781-1861), entre otros, pero regresó a Bonn para trabajar al lado de Müller, como explica en una carta a sus padres, «para trabajar bajo el “ojo” de Müller y poder consultarlo en caso de duda».
Al terminar la carrera Henle viajó a París con Müller para visitar al zoólogo Georges Cuvier (1769-1832), considerado el padre de la anatomía comparada. Posteriormente regresó a Alemania y se mudó a Berlín (capital de Prusia) para trabajar bajo la tutela del anatomista alemán de origen sueco y padre de la helmintología Israel Karl Asmund Rudolphi (1771- 1832) y de Friedrich Schlemm (1795-1858). Rudolphi murió pocos meses después de la llegada de Henle, y fue sucedido por su mentor Johannes P. Müller, lo que convirtió a Müller en la figura central de la medicina germánica de la época.
Müller nombró a Henle prosector, con un salario de 480 taleros por año, y editor asociado de Archiv für Anatomie, Physiologie, la revista más importante hasta la aparición en 1847 de Virchow’s Archiv.
En este periodo de su vida Henle conoció a Schwann y Matthias Jakob Schleiden (1804-1881), autores de la teoría celular. Schleiden y Schwann se habían percatado de ciertas características de la estructura microscópica de animales y plantas, en particular de la presencia de núcleos (habían sido descritos por el botánico británico Robert Brown en 1831), y en 1839 indicaron que la célula constituía la unidad fundamental de los seres vivos. Schwann y Schleiden eran grandes amigos, y Schwann cuenta que durante una conversación con Schleiden en Berlín le sugirió la idea que daría origen a la teoría celular:
«Un día que cenaba con Schleiden (octubre de 1837), este ilustre botánico me indicó la importante función que desempeña el núcleo en el desarrollo de las células vegetales. Recordé haber visto un órgano semejante en las células de la cuerda dorsal del renacuajo, y en aquel momento comprendí la importancia que tendría mi descubrimiento si llegaba a demostrar que el núcleo de las células de la cuerda dorsal desempeñaba el mismo papel que el núcleo de las plantas en el desarrollo de los vegetales».
Durante su estancia en Berlín, exactamente el 2 de julio de 1835, Henle fue arrestado y enviado a la cárcel durante cuatro semanas por sus antecedentes como miembro de la Burschenschaften, y no fue liberado hasta la intervención de Von Humboldt y de su mentor Müller. Una vez fuera de la cárcel, Jacob fue recibido con mucho cariño por todos sus conocidos en Berlín.
Cuentan que una dama se le acercó y le dio un beso cuando iba caminando por la calle, por la emoción que sintió al verlo libre; Henle escribió a sus padres sobre todo el acontecimiento y les dijo que con ese tipo de recompensas ¡gustosamente podría pasar otro mes en la cárcel!.
En 1838, Henle presentó en la Universidad de Berlín un trabajo para poder incorporarse a la docencia, "Symbolae ad Anatomiam Villorium Intestinalium Imprimis Eorum Epithelii et Vasorum Lacteorum" (Contribuciones a la anatomía de las vellosidades intestinales con especial referencia al epitelio y linfa o vasos lácteos), donde describió sus observaciones sobre la superficie interna (epitelio) del intestino y los vasos linfáticos. La importante contribución de este trabajo fue el descubrimiento de que la superficie interna del intestino estaba cubierta por células epiteliales, descubrimiento que lo llevó a estudiar la superficie de diversos órganos del cuerpo, y observó que todo estaba cubierto por epitelio.
El concepto de tejido epitelial es una de las aportaciones más trascendentes de Henle a la histología. Describió que todas las membranas mucosas estaban cubiertas por una delgada capa de células, y no por «moco coagulado», como entonces se suponía.
En 1838, en el artículo titulado «Ueber die Ausbreitung des Epithelium im menschlichen Körper» (Sobre la distribución de los epitelios en el cuerpo humano), estableció las características de los epitelios y los dividió en tres tipos: Pflasterepithelium (epitelio escamoso), Cylinderepithelium (epitelio columnar) y Flimmerepithelium (epitelio ciliado); además, indicó acertadamente que los cilios no eran más que modificaciones de la membrana celular.
Como ilustró en su libro, este tejido epitelial no sólo estaba presente en el aparato digestivo, sino que también recubría las cavidades serosas, los ventrículos del cerebro, los vasos sanguíneos, la laringe y la faringe.
Es posible que a causa de su encarcelamiento Henle no estuviera contento en Berlín, y en la primavera de 1840, recién cumplidos los 31 años de edad, fue nombrado profesor de anatomía y director del Instituto de Anatomía de la recién fundada Universidad de Zúrich.
El gran anatomista Albert von Kölliker (1817-1905) (había sido su alumno en Berlín y, entre muchas otras contribuciones, probó la continuidad de los axones con el cuerpo neuronal) se convirtió en su prosector.
En Zúrich publicó, en 1841, el famoso texto de anatomía general "Allgemeine Anatomie", que fue el primer libro dedicado a la histología, donde se presentaba la reciente descrita teoría celular de Schleiden y Schwann. Este libro además funcionó como introducción a la patología.
En el prefacio, Henle indica: «La fisiología de los tejidos es el fundamento de la patología general y racional, que trata de entender el proceso y los síntomas mórbidos como reacciones necesarias de la materia orgánica, dotado de poderes peculiares e intransferibles a influencias anormales externas».
En la Universidad de Zúrich, Karl von Pfeufer (1806-1869) fue nombrado jefe del Departamento de Medicina Interna y pronto Henle y Pfeufer se hicieron amigos inseparables y colaboradores académicos.
Ambos fundaron la llamada escuela de medicina racional, y en 1862 la revista Zeitschrift für rationelle Medicin (Revista de Medicina Racional) se convirtió en una de las más importantes del siglo XIX. Estos entrañables amigos fueron invitados a Heidelberg, y ambos aceptaron la invitación, por lo que Henle continuó sus estudios de investigación en histología en la Universidad de Heidelberg (1844-1852).
Posteriormente fue nombrado profesor de la Universidad de Göttingen (1852-1885), donde estuvo durante 33 años. Allí dirigió el Instituto de Anatomía y murió a la edad de 76 años, siendo profesor y jefe del Departamento de Anatomía y Fisiología.
Es difícil decidir cuál fue la contribución más importante de Henle, pues estudió prácticamente toda la anatomía y desarrollo del cuerpo humano, pero posiblemente el epónimo más conocido sea el del asa de
Henle del riñón.
En enero de 1862, Henle presentó ante la Sociedad Científica de Göttingen sus hallazgos sobre la estructura fina del riñón. En este manuscrito titulado Zur Anatomie der Niere indicó que existían dos tipos de túbulos en la médula renal: uno era el ya conocido túbulo papilar de Bellini y los otros eran túbulos de diámetro menor que estaban revestidos por un epitelio plano escamoso, que corrían paralelos a los conductos colectores y regresaban en forma de «lazo» o «asa» hacia la médula.
Henle no pudo mostrar la conexión de estos nuevos túbulos descritos con el resto del sistema colector, pero tres años más tarde Franz Schweigger-Seidel (1834-1871), fisiólogo alemán nacido en Weißenfels, relacionó en continuidad estos túbulos de Henle con el resto del sistema tubular renal (el nombre de Schweigger-Seidel no se aplica a ninguna estructura renal, pero la vaina periarteriolar que cubre las arterias peniciliadas del bazo lleva su nombre). Tuvieron que pasar más de 100 años para que la función del asa de Henle fuera conocida e incorporada al concepto de mecanismo multiplicador de contracorriente que permite proporcionar el medio osmótico adecuado para concentrar la orina.
Otra contribución importante de Henle fue el descubrimiento de la presencia de microorganismos en las secreciones de animales enfermos. Henle propuso el término contagio como el mecanismo de la infección, en el libro "Pathologische Untersuchungen" (Investigaciones patológicas), publicado en Berlín en 1840, pero no pudo probar la presencia de estos microorganismos como causa directa de ninguna enfermedad.
Muchos años después, uno de sus alumnos, Robert Koch, estudiante de la Universidad de Göttingen, fructificó la profecía de Henle sobre la teoría microbiana.
El 6 de diciembre de 1841, mientras trabajaba en la Universidad de Zúrich, presentó ante la Sociedad de Ciencias Naturales de Zúrich la descripción del Demodex foliculorum, un ácaro que vive en los folículos pilosos. Estas observaciones fueron publicadas en el periódico local (!), y posiblemente por ello este descubrimiento pasó desapercibido durante largo tiempo. Según muchos de sus alumnos, el Reporte anual de Henle, que publicó puntualmente de 1856 a 1871, era muy esperado.
Este manuscrito cubría los adelantos más importantes en fisiología, patología, histología y anatomía especial y general. Estas publicaciones anuales se hicieron famosas por sus comentarios, y cuentan que a principios de la primavera de cada año, cuando aparecían los reportes, muchos científicos de la época temblaban al pasar las páginas buscando los comentarios de Henle sobre sus investigaciones.
Henle tuvo una diferencia de opinión con su maestro Müller sobre el uso del microscopio. Henle decía que debía ser obligatorio para los estudiantes de medicina el uso de ese instrumento para el reconocimiento de la anatomía microscópica. Müller, en cambio, consideraba que el microscopio únicamente debía ser utilizado para la investigación. Henle tardó un par de años en convencer a toda la comunidad médica de la época de la conveniencia de ese uso obligatorio del microscopio, y Purkinje en Polonia y Henle en Alemania establecieron el curso de microscopia (histología) en el currículo médico.
Cuando Jacob decidió mudarse de Alemania a Suiza, seguramente no imaginó que su destino lo esperaba al cruzar la frontera. A su llegada a Zúrich, Jacob se enamoró de la hija de un capitán del ejército, quien aceptó inmediatamente su propuesta de matrimonio, pero a los pocos días la dama le rompió el corazón, pues Henle supo que ella había aceptado su propuesta sólo para dar celos a su exnovio y así poder reconquistarlo. La dama se había aprovechado de Henle, le había aplicado uno de los más viejos trucos que se utilizan en cuestiones de amor.
Descorazonado, Jacob se refugió en sus estudios y en la música, y aprendió a tocar el violonchelo.
Durante su estancia en Zúrich, Henle conoció a Elise Egloff (foto), la institutriz de la casa donde él vivía, la casa de Carl Jacob Löwig (1803-1890), químico alemán descubridor del bromo. Cuentan que Elise temblaba de gusto al servir a Jacob la comida y le escuchaba con emoción, escondida detrás de la puerta de la cocina, cuando cantaba o tocaba el violín.
Un día la Sra. Löwig vio a Elise casi llorando al oír cantar a Henle e inmediatamente informó a Jacob de que Elise estaba enamorada de él. Jacob confesó entonces que a él también le gustaba mucho Elise, llegó a decir que la primera vez que la vio tuvo una sensación de amor profundo y escribió: «Y a mí me pasó lo más ridículo, ¿qué puede hacer un caballero de mundo en esta relación con una mujer así? Me interesaba no sólo por su cuerpo, sino también por su alma de niña».
Unos años antes había escrito a sus padres diciéndoles que tan pronto terminara sus estudios «buscaría un buen trabajo (…) y se casaría con una muchacha joven, bella, inteligente y rica, que hablara francés, tocara el piano y supiera manejar caballos». Sin embargo, Cupido flechó a Jacob con Elise.
La diferencia cultural que los separaba era profunda y, debido a los prejuicios propios de la época, era muy poco probable que establecieran una relación sentimental. Dado que Jacob visitaba frecuentemente a Elise, comenzaron a circular rumores sociales en torno a la posible relación del profesor y la costurera, y la sociedad alemana de entonces estaba lista para engullirlos totalmente. Sin embargo, como veremos, la forma en que Jacob y Elise enfrentaron la situación fue el escudo perfecto en contra de esos prejuicios sociales.
En 1844, Henle fue invitado a trabajar a la Universidad de Heidelberg y pensó que podría llevarse con él a Elise, que tenía más carisma y belleza que muchas damas de sociedad, y educarla para convertirla en su esposa. Habló entonces con su hermana Marie, le contó que se había enamorado de una buena muchacha, pero sin la cultura suficiente para ser su esposa, y le pidió ayuda para educarla.
En la primavera de 1844 Henle llevó a Elise a casa de Marie, en la ciudad de Traben-Trarbach, y, con el apoyo de su esposo Mathieu, Marie educó a Elise. Mientras Mathieu le enseñaba poesía clásica, Marie la instruía en música, piano, dibujo y en las complejas relaciones sociales. Se conservan algunas de las cartas que Elise envió a Jacob.
En una de ellas, fechada el 6 de febrero de 1843 y titulada «Mi querido señor profesor», le narra su estancia en casa de su hermana y le dice cuánto lo extraña. En estas cartas de ese periodo de «entrenamiento sociocultural», que actualmente están en posesión de una de las nietas de Jacob, Lizzie Marie Stein, se puede uno percatar del cambio progresivo en el estilo de escritura y ortografía; en las primeras hay diversos errores ortográficos y de redacción, y las de años más tarde muestran un estilo mucho mejor.
En un año y medio Elise fue transformada de humilde costurera en una completa dama de mundo, que fue aprobada en diversos círculos sociales. En octubre de 1845, Jacob y Elise se vieron después de año y medio, y Jacob quedó deslumbrado con la transformación.
En diciembre de 1845 Jacob envió una carta su padre que decía: «Ahora estoy de novio de una chica de Tägerwilen, que he conocido en Zúrich. Es huérfana y pobre, pero hermosa y valiente, y se llama Elise Egloff. Ella ha estado viviendo durante un año con mi hermana, quien la ha ayudado a adquirir una buena educación alemana, pues no era lo suficientemente educada para los suizos, dado mi alto rango académico».
El compromiso fue anunciado los primeros meses de 1846 y en marzo de ese mismo año la joven, bella y ahora educada Elise Egloff, de 25 años de edad, se convirtió en Elise Henle, la mujer del profesor (Frau Professor), que tenía entonces 35 años de edad. Se casaron en Tréveris, la ciudad más antigua de Alemania, localizada en la ribera derecha del río Mosela, y viajaron de luna de miel a Viena, donde fueron recibidos por las grandes personalidades de la medicina de la época, incluido Carl von Rokitansky (1804-1878), quienes quedaron impresionados por el carisma y la belleza de Elise.
A su regreso a Heidelberg, Jacob y Elise asistieron a una obra de teatro en Weimar, en cuya audiencia estaba el Gran Duque de Sajonia-Weimar-Eisenach, Carlos Federico (1783-1853), quien mandó indagar quién era la bella acompañante de Henle. Esta situación no molestó a Jacob, sino todo lo contrario, lo llenó de halago. Al terminar la obra, fueron invitados por el Gran Duque a tomar vino y Elise cautivó igualmente a las damas de la realeza, sin que pudiera ninguna de ellas sospechar que unos años atrás bien podría haber sido su costurera.
Desafortunadamente el matrimonio Henle-Egloff duró poco menos de tres años, pues Elise contrajo tuberculosis pulmonar y murió a las 5 de la tarde del 21 de febrero de 1848, a los 27 años de edad, en los brazos de Jacob. Tuvieron dos hijos: Carl, que nació en diciembre de 1846, y Elise, que nació en enero de 1848. La sociedad criticó a Henle diciendo que el intenso cambio sociocultural de Elise habría ayudado a la progresión de la enfermedad.
Merkel (fue su yerno) comentó: «Es muy posible, incluso probable, que la fuerte emoción y la poderosa obra espiritual de los últimos dos años hayan acelerado el brote desastroso de sufrimiento». Elise fue enterrada en el cementerio Monte de Heidelberg, en presencia de los profesores Reinhard Blum y Ludwig Hausser, ambos compañeros de Jacob en la Universidad de Heidelberg.
Henle no pudo asistir al funeral de su esposa debido a una enfermedad. Parece que la pareja Henle-Egloff vivió muy feliz. Cuentan que Elise, además de belleza, tenía una extraordinaria energía, muy buena actitud y una gran capacidad de disfrutar con alegría de la vida, emoción que compartió y supo difundir a su familia.
Un año después de la muerte de Elise, Henle viajo a Coblenz para visitar a su padre y allí conoció a una amiga de su hermana Helene, Marie Richter, hija de un oficial prusiano, y Cupido flechó una vez más a Jacob. Unos meses después contrajeron matrimonio y tuvieron cuatro hijos: Adolf, que fue cirujano, Anna, que se casó con Friedrich Merkel, Sophie y Emma.
Sus hijos crecieron en Göttingen, donde Henle fue nombrado profesor en 1852 y donde trabajó durante el resto de su carrera profesional.
Como se ha indicado en párrafos anteriores, en 1845 Berthold Auerbach supo de la historia de Jacob y Elise, y escribió la obra titulada "Die Frau Professorin" (La esposa del profesor).
En 1847 Charlotte Birch-Pfeiffer leyó la novela de Auerbach y escribió una obra de teatro que tuvo mucho éxito. Auerbach se enojó diciendo que era un plagio y trató sin éxito de demandar a Pfeiffer por el incumplimiento de los derechos de autor. A pesar de este problema, la obra contribuyó a la popularidad de la historia de Jacob y Elise, quienes conocieron personalmente a Auerbach.
Después de la muerte de Elise, Jacob y Berthold estrecharon más su amistad, pues Auerbach había perdido a su mujer durante un parto por esa misma época. Sin embargo, cuando Henle supo que la historia de la novela que Auerbach había escrito se basaba en la intimidad de su matrimonio, la amistad terminó, pues se sintió traicionado al saber que su amigo había sacado provecho de una situación muy íntima y personal, y escribió: «En verdad me ha sorprendido la forma en que [Auerbach] utilizó mi trágico matrimonio para su obra».
Jacob Henle fue un gran ser humano y, como maestro, fue muy apreciado y querido por sus alumnos. Fue un gran orador, y cuentan que sus clases eran entretenidas, estimulantes, una muestra de sabiduría sazonada con propuestas variadas sobre la función y el origen de diversos tejidos humanos, con un toque muy singular de humor.
El muy productivo y copioso trabajo académico de Henle se puede dividir en cuatro periodos: el periodo de Berlín (1834-1840), el de Zúrich (1840-1844), el de Heidelberg (1844-1852) y el periodo final de Göttingen (1852-1885).
Su vida familiar fue muy tranquila y tuvo muchos amigos, que se reunían en su casa a cantar y tocar el piano y violín. Brillaron alrededor de Henle numerosos alumnos, como Emil Du-Bois Reymond, Ernst Wilhelm von Brücke (1819-1892), Albert von Kölliker, Theodor Langhans, Friedrich Merkel y Wilhelm Waldeyer, quienes le hicieron un homenaje por su jubilación y le dijeron: «Muy respetado maestro, por favor, acepte nuestro sincero agradecimiento por lo que usted ha sido para la ciencia y para nosotros. Lo felicitamos por este gran día que celebramos y queremos expresarle nuestros deseos de que tenga usted muchos más años de verdadera felicidad y de que mucha actividad beneficiosa sea concedida para usted».
Desafortunadamente estos deseos no se hicieron realidad, pues Jacob Henle murió el 13 de mayo de 1885 de un sarcoma renal con metástasis a las vértebras a los 76 años de edad. Existe una calle en Göttingen con su nombre: Jakob-Henle-Straße, y otra en su natal Fürth.
No hubo parte del cuerpo humano que el viejo Jakob (der alte Jakop), como lo llamaban sus alumnos, no explorara bajo el microscopio, y sin duda Henle es el histólogo más grande de todos los tiempos.
Incursionó además en la anatomía comparada, en la estructura anatómica de diversos animales y en la antropología.
Escribió las biografías de tres de sus amigos, Albrecht von Haller, Ernst Heinrich Weber y Theodor Schwann, y realizó su última publicación en 1844, sobre la uña humana y la pezuña del caballo.
Henle elevó la anatomía a un grado de perfección sin precedentes, que ha servido como base a todos los investigadores contemporáneos de las ciencias morfológicas. Como dejó escrito el poeta estadounidense
Henry Wadsworth Longfellow (1807-1882) en Psalmo a la vida:
Lives of great men all remind us
We can make our lives sublime,
And, departing, leave behind us
Footprints on the sands of time.
Footprints, that perhaps another,
Sailing o’er life’s solemn main,
A forlorn and shipwrecked brother,
Seeing, shall take heart again.
Epónimos
* Esfínter externo de la vejiga (esfínter de Henle)
* Vaina radicular interna del pelo (capa de Henle)
* Túbulo renal delgado (asa de Henle)
* Glándulas de tracoma de Henle (folículos linfoides de la conjuntiva)
* Membrana de Henle-lamina basalis choroidea (membrana de Bruch)
* Estrato nervioso (stratum nerveum) de Henle (capa retiniana compuesta exclusivamente por conos y
bastones)
* Fibras de Henle (fibras internas de los fotorreceptores)
* Capa de Henle (capa plexiforme externa de la retina)
* Capa fibrosa de Henle de la mácula lútea
* Ámpula de Henle (mitad externa de la trompa uterina)
* Capa de Henle del cremáster interno
* Verrugas (cuerpos) de Hassall-Henle (pequeñas excrecencias de la membrana de Desment de la córnea)
* Fisura de Henle (tejido fibroso entre las células musculares cardíacas)
* Ligamento de Henle (tendones del músculo transverso abdominal)
* Vaina de Henle (perineurio)
* Endotelio vascular de Henle
* Espina de Henle (espina suprameatal que sirve para identificar el área mastoidea)
* Demodex foliculorum de Henle
* Pubmed
* Carlos Ortiz-Hidalgo // Departamento de Biología Celular y Tisular, Universidad Panamericana, México, D.F., México; Departamento de Patología Quirúrgica y Molecular, Centro Médico ABC, México, D.F., México
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