martes, 9 de noviembre de 2021

DR. IGNACIO PONSETI

Nacido el 3 de junio de 1914 en Ciudadela (Menorca), hijo de un relojero. 
Realiza los estudios primarios en su Menorca natal, pero a los nueve años su familia, por la profesión de su padre, se traslada a Felanitx, con lo que los estudios secundarios los inicia en Mallorca. Cuando los hijos se acercan a la edad para ingresar en la Universidad la familia se traslada a Barcelona. 
Allí, Ignacio, además de estudiar Bachillerato ayuda a su padre en tareas de su taller de relojería, lo que le sirve para adquirir habilidad en el manejo delicado de pequeñas piezas, según cuenta años después de obtener el Diploma de Bachiller Universitario en 1930 (La Vanguardia, 27 de noviembre de 1930). 
Su hermano estudia Arquitectura e Ignacio accede a la facultad de Medicina en 1931, y recuerda entre sus profesores y maestros a Corachán, a Tueta y a los hermanos Trías, licenciándose en Medicina y Cirugía el 17 de julio de 1936. 
Precisamente en el ejemplar de La Vanguardia del 6 de octubre de 1932, se anuncian los becados del Ayuntamiento de Barcelona para distintos tipos de estudios, y el joven estudiante Ignacio Ponseti recibe beca para sus estudios de Medicina. Destaca por sus notas académicas con diplomas de Matrículas de Honor (La Vanguardia, 25 de septiembre 1935). 
Ya en su etapa de estudiante, publica para la Sociedad Naturista (1933), en la asociación de Idealistas Prácticos (1935) y en el Ateneo Enciclopédico Popular (1934) en temas de fisiología, epidemiología y medicina.
Trabajó con Jimeno Vidal en Reus en lo que pronto se convirtió en un hospital de guerra de referencia. A punto de finalizar la contienda salió, por Francia, hacia México. 
Allí trabajó en Juchitepec, un pequeño pueblo al sur de la capital. 
En 1941, con el dinero ahorrado, pasó, por Laredo, a Estados Unidos, donde había recibido una beca de estudios con Steindler en la Universidad de Iowa. 
Al entrar Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, tras el ataque japonés a Pearl Harbour, muchos facultativos estadounidenses fueron movilizados y los que quedaron tuvieron que hacerse cargo de todo el trabajo. En aquellos momentos, en la ortopedia infantil las enfermedades más frecuentes eran la poliomielitis, la tuberculosis osteo-articular y la osteomielitis. Las dos últimas desaparecieron pronto con la llegada de la penicilina y la estreptomicina; la polio, algo más tarde con la vacuna de Salk y de Sabin. El raquitismo ya no se veía desde que se añadió la vitamina D a la leche. 
El trabajo del ortopeda pediátrico se centró, en su mayor parte, en las deformidades congénitas, la escoliosis idiopática, la artritis y, sobre todo, los accidentes de tráfico y deportivos.
Winnett Orr, jefe del hospital infantil de Lincoln, Nebraska, amigo íntimo de Steindler, invitó a Ponseti para conocer su centro. Allí tuvo la oportunidad de comparar los métodos del tratamiento de heridas y fracturas abiertas publicados por el propio Orr y por Trueta en dos revistas norteamericanas. De vuelta en Iowa, comenzó a trabajar en el laboratorio de patología ósea; después obtuvo una beca de investigación en Chicago, bajo la dirección de Phemister y Hutcher, por lo cual a su regreso a Iowa se hizo cargo del laboratorio y de la docencia de patología ósea, tanto a los residentes como a los estudiantes.
Su primer proyecto fue estudiar la incidencia de la hernia discal en cadáveres; el segundo, analizar los casos de pie zambo congénito tratados en Iowa durante más de veinte años, observando que, pasado el tiempo, presentaban una rigidez invalidante. Intentó publicarlo pero Steindler no lo permitió, sugiriendo que la cirugía había mejorado y que los resultados posteriores iban a ser mucho mejores.
En 1947 obtuvo la ciudadanía norteamericana y trabajó en la prevención de la luxación congénita de cadera, aplicando la maniobra de Ortolani. 
Publicó sobre el fracaso del tratamiento de la cadera tras la cirugía del techo acetabular. Además, analizó cortes histológicos de la embriología de la cadera normal y luxada, y estudió la escoliosis experimental en ratas y conejos jóvenes alimentadas con guisantes, demostrando cambios bioquímicos en los enlaces de las fibras de colágeno.
En 1954 fue uno de los fundadores de la Orthopedic Research Society y el encargado de efectuar el congreso de la misma, en colaboración con la AAOS, durante los primeros años hasta que en 1960 alcanzó la presidencia.
Publicó la técnica para corregir el pie zambo, basada en la anatomía de la deformidad y funcional del pie, y los resultados obtenidos con su método después de diez años de experiencia. El trabajo, según Ponseti, «no se leyó cuidadosamente y, por lo tanto, la compleja deformidad en tres planos del pie zambo no se entendió y el trabajo fue ignorado durante 30 años»
Por el contrario, el trabajo sobre la corrección del metatarso aducto, publicado más tarde, fue muy comentado, ya que la deformidad ocurre en un solo plano. Por eso, «solo tras la publicación, en 1995, del seguimiento de mis pacientes tratados 30 años antes, así como de la publicación de mi libro "Congenital clubfoot: fundamentals of treatment", un año más tarde, algunos cirujanos ortopedistas comenzaron a utilizar mi técnica». 
Efectivamente, en 1970, revisó con Sterling Laaveg los casos de pie zambo tratados 20 años antes, constatando que una gran mayoría eran pies funcionalmente normales. 
En 1996, tras muchos avatares, y preocupado por el alto número de cirugías practicadas en el mundo con los pies zambos, publicó su reconocido libro. 
Falleció en Iowa el 18 de octubre de 2009 a los 95 años de edad, una semana después de haber sufrido una hemorragia cerebral; el doctor había estado en activo hasta entonces.

* Trauma - Vol. 23 N° 4 - Fundación Mapfre

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