martes, 20 de julio de 2021

DRA. GERTY THERESA RADNITZ CORI

En el siglo XX el número de mujeres que empezó a incorporarse tímidamente al mundo de la ciencia fue creciendo poco a poco. Algunas de ellas incluso vieron reconocido su trabajo con grandes premios. Igual que la pareja Curie, los Cori, Gerty y su esposo Carl, trabajaron formando un sólido equipo de trabajo. 
El descubrimiento del conocido como ciclo de Cori les valió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina, convirtiendo a Gerty Cori en la primera mujer en conseguirlo.
Theresa Cori, de soltera Radnitz, nació en Praga el 15 de agosto de 1896, entonces integrada al Imperio Austro-húngaro, en el seno de una familia de origen judío. Su padre, Otto Radnitz, era un químico y gerente de una refinería de azúcar.
Recibió su educación primaria en casa antes de ingresar en un Liceo para niñas en 1906; se graduó en 1912 y estudió para el examen de ingreso a la Universidad, que tomó y aprobó en el Tetschen Realgymnasium en 1914. 
Ingresó en la Facultad de Medicina de la Universidad Alemana de Praga y recibió el Doctorado en Medicina en 1920. 
Fue en sus años universitarios cuando Gerty conoció al que sería su marido y compañero en el mundo de la investigación médica, Carl Cori. Gerty y Carl se casaron en 1920 y se fueron a vivir a Viena. 
En su nuevo hogar, Gerty empezó a trabajar en el Children’s Carolinen Hospital en la especialidad de pediatría y su marido en un laboratorio. Ya en aquellos años Gerty empezó también a introducirse en el mundo de la investigación, en concreto analizando la temperatura con las tiroides, y publicó algunos artículos relacionados con la sangre.
Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, la pareja vivió momentos de escasez y miedo. 
En 1922 decidieron emigrar a los Estados Unidos donde Carl consiguió un empleo en el Instituto Estatal para el Estudio de Enfermedades Malignas de Búfalo, en el estado de Nueva York. 
Seis años después se convertirían en ciudadanos norteamericanos y sería en su nueva patria donde nacería Thomas, su único hijo.
Trabajaron juntos en Buffalo y cuando él se mudó a St. Louis, ella se unió a él como investigadora asociada. 
En 1931 Carl aceptó un trabajo como investigador en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington. Carl pidió para su esposa un puesto similar, avalando su petición con toda la experiencia y todas las publicaciones de Gerty. Pero al final tuvo que aceptar un puesto de investigador asociado, cobrando bastante menos que Carl.
Gerty no se rindió y continuó con sus investigaciones al lado de Carl. Su tesón y determinación dieron sus frutos cuando en 1943, casi diez años después, conseguía un puesto como profesora asociada de investigación y poco después como profesora titular de bioquímica en 1947.
Los Cori han colaborado en la mayor parte de su trabajo de investigación, comenzando en sus días de estudiantes y derivado de su interés mutuo en las ciencias preclínicas. Su primer artículo conjunto fue el resultado de un estudio inmunológico del complemento del suero humano.
En Estados Unidos, primero estudiaron el destino del azúcar en el cuerpo animal y los efectos de la insulina y la epinefrina. Se demostró la presencia de glucólisis de tumores in vivo . 
Su trabajo sobre el metabolismo de los carbohidratos pasó de estudios de animales completos a tejidos aislados y, posteriormente, se estudiaron extractos de tejidos y enzimas aisladas, algunas en forma cristalina. 
En 1936 aislaron glucosa-1-fosfato, «éster de Cori», y atribuyeron su presencia a la actividad de la fosforilasa, que cataliza la descomposición y síntesis de polisacáridos: este descubrimiento hizo posible la síntesis enzimática de glucógeno y almidón in vitro. Posteriormente, se cristalizaron la fosforilasa y otras enzimas.
Los Cori han estado constantemente interesados ​​en el mecanismo de acción de las hormonas y han llevado a cabo varios estudios en la pituitaria. Observaron que la marcada disminución del glucógeno y la disminución del azúcar en sangre en ratas hipofisectomizadas se produjo con un aumento concomitante en la tasa de oxidación de la glucosa. 
Posteriormente, mediante un estudio de la acción de las hormonas sobre la hexoquinasa, observaron que algunos extractos hipofisarios inhiben esta enzima in vivo e in vitro y que la insulina contrarresta esta inhibición.
Además de su propio trabajo personal muy original, los Cori siempre han sido una fuente de inspiración para sus colegas en los centros activos de investigación bioquímica que han dirigido. 
Han contribuido con muchos artículos a The Journal of Biological Chemistry y otras revistas científicas.
Son miembros de la Sociedad Estadounidense de Químicos Biológicos, la Academia Nacional de Ciencias, la Sociedad Química Estadounidense y la Sociedad Filosófica Estadounidense. 
Fueron presentados conjuntamente con el Midwest Award American Chemical Society en 1946 y el Squibb Award in Endocrinology en 1947. 
Además, Gerty Cori recibió la medalla Garvan (1948), el St. Louis Award (1948), el Sugar Research Prize (1950), el Premio Borden (1951) y los títulos honoríficos de Doctor en Ciencias de la Universidad de Boston (1948), Smith College (1949), Yale (1951), Columbia (1954) y Rochester (1955). 
Gerty y Carl Cori se casaron en 1920 y tuvieron un hijo. Se naturalizaron en Estados Unidos en 1928. Siempre les han gustado los pasatiempos al aire libre.
Gerty Cori trabajó hasta el final de sus días investigando y descubriendo nuevos datos en el campo de la bioquímica, a pesar de padecer mieloesclerosis, una enfermedad mortal que le fue detectada diez años antes de su muerte, acaecida en 26 de octubre de 1957.
Años después, su legado continuó siendo galardonado con distintos premios y reconocimientos públicos. Incluso un cráter de la luna recibió el nombre de Cori en honor a su trabajo y a una vida dedicada a la investigación, junto a su esposo, quien fue el puntal de su vida personal y profesional.




*  De Conferencias Nobel , Fisiología o Medicina 1942-1962
    Elsevier Publishing Company, Amsterdam, 1964
*  Sandra Ferrer Valero

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