Paul Briquet o Pierre Briquet nació el 12 de enero de 1796 en Châlons-sur-Marne, Francia y murió el 25 de enero de 1881.
Fue un médico y psicólogo francés que propuso el tratamiento racional de las personas perturbadas que se decía que eran histéricas .
Estudió y se doctoró en París en 1824 con la tesis: Sur la phlébectasie ou dilatation variqueuse des veines.
Briquet se convirtió en profesor en 1827.
En 1836 trabajó en el hospital Cochin y en 1846 en el hospital La Charité.
En 1853 describió la preparación y el uso de la quinina.
El Traité clinique et thérapeutique de l'hystérie de Paul Briquet se publicó en 1859 y es un estudio clínico y epidemiológico completo de 430 pacientes con histeria. Fue ampliamente conocido y citado en su época, pero quedó sumergido por el surgimiento del concepto psicoanalítico de histeria a fines del siglo XIX.
En 1860 es admitido en la Academia de Medicina.
El trabajo de Briquet resucitó en 1971 con la recomendación de que el término síndrome de Briquet se usara para ciertas formas de histeria.
Este artículo traduce al inglés las secciones de su monografía dedicadas a su concepto de histeria y las analiza en un marco histórico. Briquet consideraba la histeria como una "neurosis del cerebro" en la que una variedad de eventos ambientales desagradables actuaban sobre la "parte afectiva del cerebro" en un individuo susceptible y predispuesto. Consideraba que el cerebro era el “asiento de la histeria” porque era el origen de las múltiples manifestaciones de la afección.
Entre sus muchas otras contribuciones notables, el estudio de Briquet finalmente puso fin a la asociación histórica de la histeria con la enfermedad física de los genitales femeninos.
En el siglo XIX y principios del XX, la histeria era un diagnóstico psiquiátrico común que se hacía principalmente en mujeres. La existencia y naturaleza de una supuesta histeria masculina ( histeria masculina fue un tema debatido alrededor del cambio de siglo.
Originalmente se creía que los hombres no podían sufrir de histeria debido a su falta de útero. Esta creencia fue descartada en el siglo XVII cuando el discurso identificó el cerebro o la mente, y no los órganos reproductivos, como la causa principal de la histeria.
Durante la Primera Guerra Mundial, a los hombres histéricos se les diagnosticó shock de bala o neurosis de guerra, que más tarde dio forma a las teorías modernas sobre el trastorno de estrés postraumático.
La situación fue cambiando paulatinamente: en 1859, Paul Briquet comentó que "veíamos poca histeria en los hombres porque no queríamos verla", y entre 1875 y 1902 se dedicaron unos trescientos artículos médicos a el tema de la histeria masculina, así como decenas de disertaciones.
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