Moisés Chediak Ahuayda nació el 6 de enero de 1903, en Santiago de Cuba.
Sus familiares procedían del Líbano y, una vez en Cuba, se dedicaron exitosamente a diversas actividades comerciales: Natalio Chediak Sega, por ejemplo, introdujo el cultivo del gusano de seda en la isla.
Moisés estudió en el colegio "Nuestra Señora de la Caridad" y se graduó en 1920 como bachiller en el Instituto de Segunda Enseñanza, hoy Instituto Preuniversitario Cuqui Bosch, de Santiago de Cuba.
Cursó los estudios de Medicina en la Universidad de la Habana, y obtuvo el título en 1926.
Tuvo una productiva carrera en la profesión y como docente, con importantes resultados y publicaciones sobre todo en las áreas del laboratorio clínico y la hematología.
Dominaba, además del castellano, los idiomas inglés, francés y árabe, lo que sin dudas facilitó mucho su quehacer profesional.
Entre 1924 y 1927 realizó el internado en el Hospital Universitario "General Calixto García", de la Habana, plaza que había ganado por concurso. A partir de entonces inició su carrera como profesor, fundamentalmente en Patología Clínica (hoy Laboratorio Clínico) y Hematología, en la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana.
Impartió docencia de posgrado y dictó conferencias en numerosas instituciones sanitarias de varias provincias, como La Habana, Santa Clara, Camagüey y Santiago de Cuba, al igual que en otros países.
Se vio inmerso en los turbulentos acontecimientos que vivió el Alma Mater a la caída del gobierno de Gerardo Machado; en el periódico Ahora del 10 de junio de 1934, Pablo de la Torriente Brau refiere el debate y la posterior absolución de Moisés Chediak de cualquier vínculo con la dictadura machadista.
Con apenas 30 años, un artículo donde se describen seis casos de meningitis sifilítica, en el que compartió autoría con Vicente Pardo Castelló y A. Sellek, fue reseñado por el boletín sobre enfermedades venéreas del Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos.
Su hermano Alejandro obtendría importantes resultados en el diagnóstico de esa infección, como se verá más adelante.
El doctor Moisés, de acuerdo con un currículo inédito en poder de sus descendientes, realizó estudios de posgrado en importantes instituciones extranjeras: sobre alergia en el Roosevelt Hospital de Nueva York (1934), y sobre hematología clínica y de laboratorio en Mount Sinai Hospital (1934); así como entrenamientos en la London School of Hygiene and Tropical Medicine (1937) y en el Memorial Hospital of New York (1959 y 1960).
Trabajó en el Laboratorio Clínico Central del Hospital "General Calixto García", donde, en 1938, encontró y fotografió hematíes falciformes al examen microscópico de una muestra de sangre de un niño de 9 años, lo que determinó el diagnóstico de anemia de células falciformes y fue comentado en la revista francesa Archives de Médecine des Enfants.
Ese mismo año participó en el Congreso de Hematólogos, celebrado en La Habana, en el cual asumió la presentación de un trabajo sobre química clínica de los autores J. Vaughan y G.Haslewood, quienes no pudieron asistir al evento. Ello avala la amplitud y profundidad de los conocimientos que había alcanzado Moisés Chediak en el campo del laboratorio clínico.
En 1939, su presencia en la Trigésima Jornada de la Sociedad Cubana de Pediatría, que tuvo lugar en el hospital San Juan de Dios de Santa Clara, se destacó en la discusión de los trabajos sobre bronconeumonía tuberculosa infantil y apendicitis aguda en el niño.
En esa reunión compartió con pediatras y otros especialistas de renombre nacional, como el habanero Clemente Inclán, el matancero Ángel Arturo Aballí, el camagüeyano O. Ortiz Machado, el santiaguero Antonio Béguez César y el villareño Río León.
En 1940, ocupó el cargo de Director del Laboratorio Clínico Central del Hospital "General Calixto García", responsabilidad que mantendría hasta 1960.
En aquel mismo año fundó, y dirigió hasta 1945, el primer banco de sangre de Cuba.
En el Octavo Congreso Científico Americano, realizado en Washington, del 10 al 18 de mayo de 1940, presentó el trabajo Necesidad de Clarificar y de Uniformizar la Nomenclatura Hematológica, que revela su preocupación por la armonización en el campo de la Hematología.
Para entonces ya ostentaba la categoría de Profesor Auxiliar de Microscopía y Química Clínica de la Universidad de La Habana.
Esa reunión tuvo representación de delegaciones oficiales de 21 países del continente y varias organizaciones interamericanas; en el caso de Cuba, asistieron también los destacados doctores Carlos de la Torre Huerta, Raimundo de Castro y Bachiller, Carlos E. Finlay Shine, Luis Ortega Bolaño y Vicente Pardo Castelló.
En octubre de 1943, en la 72ª Reunión Anual de la Asociación Americana de Salud Pública, efectuada igualmente en Estados Unidos, el Dr. Moisés Chediak formó parte de la delegación cubana, junto a los doctores Pedro Machada, Guillermo Lage Fernández, Félix Hurtado, Domingo F. Ramos y Alberto Recio, así como Raúl F. Cowley.
El 15 de mayo de 1944, fueron inauguradas en La Habana las nuevas instalaciones del Instituto de Higiene, hasta entonces parte del Instituto Finlay, con lo que se dividieron las funciones de ambas instituciones: este último mantendría las tareas de formación e investigación, mientras el Instituto de Higiene se encargaría del diagnóstico clínico y microbiológico, el control físico-químico de las aguas, los alimentos y medicamentos, así como de la producción de vacunas y sueros para el suministro a hospitales y dispensarios cubanos.
Moisés Chediak fue designado su Director, al frente de unos 150 trabajadores, diez de ellos médicos y un ingeniero sanitario. Presidieron la actividad de apertura el Dr. Alberto Recio, entonces Ministro de Salud, y el Director del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, el Dr. R. E. Dyer.
Del 23 al 26 de agosto de 1948, se celebró en Búfalo, Nueva York, la reunión bianual de la Sociedad Internacional de Hematología, que extendió sus temas también hacia ciencias afines como bioquímica, biofísica, genética e inmunología.
Para recibir los trabajos y las solicitudes de membresía se conformó un comité de 16 prestigiosos profesionales, procedentes de Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Polonia, México, Brasil, Canadá, Suecia, India, Chile, Tailandia, Suiza, Italia y Dinamarca. La inclusión del doctor Chediak en ese grupo, como representante de Cuba, habla del reconocimiento del que ya gozaba para esa época. Entre 1948 y 1950 fue miembro de la Junta de Consejeros (Board of Councilors, en inglés) de la Sociedad Internacional de Hematología.
La intensa actividad científica de Moisés Chediak Ahuayda lo llevó a participar en importantes hallazgos. Fueron novedades en Cuba sus estudios sobre las células LE en dos pacientes con lupus eritematoso exantemático y el primer caso de anemia de Cooley en un niño.
Ambos reportes, que le asignan ya méritos indiscutibles, antecedieron a su renombrado artículo sobre la inmunodeficiencia que llamó anomalía leucocitaria de carácter constitucional y familiar, que merece párrafo aparte. Publicó también sobre un caso con metaplasia esplénica con fibrosis medular, otro de histoplasmosis, en el cual el diagnóstico se realizó a partir de la punción linfática, así como la curiosa ocurrencia de eritroblastosis fetal en gemelos.
En el tercer número del año 1952 de la Revue d'Hematologie, apareció publicado el artículo Nouvelle anomalie leucocytaire de caractère constitutionnel et familial, en el cual Chediak describió el ya mencionado caso de la niña con una nueva forma de inmunodeficiencia primaria.
Aquí cabe hacer la precisión de que en su presentación como autor aparece "par M. Moisés Chediak", lo que ha llevado a que el autor haya sido referenciado erróneamente como "Chediak MM" en algunas bases de datos; se ha pasado por alto la formalidad del tratamiento personal en la lengua francesa, que presenta como Monsieur (Señor) y lo abrevia como M.
En segundo lugar, no puede menos que destacarse los vínculos del Dr. Moisés Chediak con los más notables expertos de la Hematología en aquella época, al comentar sus consultas en torno al caso con, entre otros, Maxwell Wintrobe, autor del primer libro de texto dedicado a esa especialidad y muchos aportes trascendentales.
Menciona igualmente a los doctores Béguez César y Agustín Montero como sus fuentes de datos clínicos y de laboratorio de la paciente, y concluye que se trata de una nueva anomalía panleucocitaria, de carácter familiar, que se presenta en niños albinos o rubios pálidos y se acompaña de fotofobia.
De manera independiente, el japonés Ototaka Higashi describió un caso similar al año siguiente, empleando otra técnica de tinción para el estudio de los leucocitos en la sangre.
Chediak utilizó Giemsa mientras Higashi estudió la peroxidasa, componente de los gránulos que se observaban anormalmente grandes. Declaró que, para su conocimiento, no existían reportes similares y sería el primero con un trastorno cualitativo de la peroxidasa.
El Profesor Emérito Akira Sato, quien desarrolló la técnica de reacción empleada por Higashi, tras conocer del artículo del cubano, consideró que era altamente probable que las alteraciones descritas por Chediak e Higashi fueran expresión de la misma afección y utilizó por primera vez la denominación "enfermedad de Chediak-Higashi".
En una memoria escrita por Moisés Chediak Ahuayda, con fecha del 20 de abril de 1963, al parecer destinada a ser leída en un congreso en el Líbano y todavía inédita, en poder de su familia y a la que accedieron los autores, hace una extensa revisión del conocimiento de la enfermedad y los casos y familias estudiadas hasta esa fecha. En ella considera un homenaje a su patria que sea ya entonces calificada como una nueva entidad por la comunidad científica mundial.
En ese documento, ubica la que parece ser su primera presentación pública sobre la familia cubana afectada por el trastorno, entre los días 12 y 15 de diciembre de 1940, durante la Jornada Nacional de Pediatría, en ocasión de la apertura del nuevo edificio Profesor Ángel A. Aballí de la Facultad de Medicina.
En la bibliografía aparecen todos los reportes originales que dieron a conocer los primeros casos de la enfermedad: de Béguez César, Steinbrinck y Higashi.
No caben dudas sobre la relevancia del referido hallazgo, ni de la participación en su descubrimiento, descripción y reporte, en orden cronológico, de Béguez, Steinbrinck, Chediak y Higashi.
Sin embargo, los autores consideran que el doctor Moisés Chediak Ahuayda había acumulado antes méritos suficientes en su prolífica carrera para ser calificado como una figura significativa de la medicina cubana de mitad del siglo XX.
Su presencia se mantuvo en las más importantes reuniones científicas; así, fungió como consejero y miembro del Comité Asesor Internacional del VI Congreso de la Sociedad Internacional de Hematología, celebrado entre el 27 de agosto y el 1º de septiembre de 1956, en Boston; también asistió a su VII Congreso, que tuvo lugar en Roma, del 7 al 13 de septiembre de 1958.
En el banquete oficial de ese evento, Moisés Chediak Ahuayda entregó dos placas, en representación de la Hematología cubana, a los presidentes de los dos últimos congresos; sus palabras fueron calificadas de "conmovedoras".
Fue fundador de varias sociedades científicas cubanas, como la de Patología Clínica y la de Microbiología, de las que fue Miembro de Honor y Secretario, respectivamente.
Formó parte igualmente de las Sociedades Cubanas de Estudios Clínicos y de Pediatría.
Entre los años 1952 y 1953 integró el Comité Ejecutivo de la Organización Nacional de Dispensarios Infantiles (ONDI).
El doctor Moisés Chediak Ahuayda integró la membresía de varias organizaciones internacionales, como la Sociedad Cubano-Francesa de Hematología, la Asociación Americana de Salud Pública, las Sociedades Internacionales de Hematología y de Transfusiones, la Sociedad Americana de Químicos Clínicos, las Sociedades Italiana y Suiza de Hematología y de la Asociación Nacional de Análisis Clínicos de España.
Chediak fue Miembro Correspondiente de la Sociedad Americana de Patólogos Clínicos y Presidente Honorario de la Sociedad Francesa de Hematología.
Estos datos aparecen en el currículo inédito, antes aludido.
Además de los artículos científicos mencionados hasta aquí, Moisés Chediak Ahuayda publicó más de sesenta trabajos en revistas cubanas y extranjeras, al tiempo que figuró como autor o coautor de varios libros o capítulos, como:
- Métodos de Exámenes Químicos de Sangre (1925)
- Líquido Cefalo-raquídeo, su examen y semiología (1928)
- Manual de Microscopía y Química Clínica, volúmenes I (1927) y II (1928). (31)
Fue uno de los editores correspondientes en América Latina de la prestigiosa revista Blood, la cual mantiene en la actualidad su relevancia en el área de la Hematología.
Entre los reconocimientos que recibió se cuentan los premios Diego Tamayo, de la Sociedad de Estudios Clínicos de La Habana (1944) y Juan Bruno Zayas de la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana (1952), por sus estudios sobre grupos sanguíneos, la frecuencia de Rh y de aspectos sobre la eritroblastosis fetal.
Le fueron otorgadas otras distinciones en Cuba, Panamá, Francia y el Líbano.
El Dr. Moisés Chediak Ahuayda emigró hacia Estados Unidos el 20 de diciembre de 1961, donde continuó su labor asistencial, de investigación y docente.
También se dedicó a la química clínica y realizó un aporte trascendental en el diagnóstico serológico de la sífilis, al desarrollar un método que solo requería de una gota de sangre en papel.
Con ello simplificaba sobremanera la pesquisa de la infección, lo que fue rápidamente reconocido por la comunidad médica internacional: su técnica fue ampliamente evaluada, adoptada y adaptada en numerosos países, como se documenta en artículos científicos publicados en Estados Unidos, Argentina, Alemania, Polonia, México, Chile, Brasil y Francia, entre otras naciones.
En el Instituto de Microbiología Médica de Wroclaw, Polonia, este método fue referido como la base de su actividad antivenérea.
El hecho de que la técnica desarrollada por Chediak fuera considerada por una institución de referencia mundial, y que a partir de ella se hicieran adaptaciones, habla de la relevancia del resultado del médico cubano. En otros países se le tuvo igual reconocimiento.
La capacidad innovadora de Chediak le permitió obtener mezclas antigénicas propias, así como diseñar material y equipamiento de laboratorio para ese y otros métodos, con los que obtuvo patentes dentro y fuera de Cuba.
Este trabajo de simplificación del diagnóstico serológico de la sífilis recibió el premio de la Sociedad Cubana de Laboratorio Clínico en su Primera Convención, celebrada en la Habana en diciembre de 1947.
Moisés Chediak Ahuayda y su hermano, crearon los Laboratorios Chediak, institución que radicó en la calle 23, número 654, entre D y E, Vedado, La Habana. El edificio fue proyectado en 1941 por el Arquitecto e Ingeniero Horacio Navarrete Serrano.
La edificación es en la actualidad la sede de la Editorial Ciencias Médicas, del Centro Nacional de Información de Ciencias Médicas del Ministerio de Salud Pública de Cuba.
Tras emigrar a Estados Unidos, abrieron un laboratorio del mismo nombre en marzo de 1964, en el que trabajaron hasta finales de la década de 1970.
El Instituto de Serología fue fundado en 1943 y adscrito al Ministerio de Defensa Nacional de Cuba.
Tras el triunfo de la Revolución, en octubre de 1959, ese ministerio fue desactivado, por lo que el instituto fue transferido al Departamento de Sanidad Militar del Ejército Rebelde y se le cambió el nombre a Laboratorio de Control Médico Preventivo.
Falleció el 2 de marzo de 1993, en Miami, a la edad de 90 años.
* Contribuciones de Moisés y Alejandro Chediak a la Inmunología, la Hematología y el Laboratorio Clínico en Cuba
* Orlando Rafael Serrano-Barrera - Miriam Lastre González - Oliver Pérez Martín
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