lunes, 12 de julio de 2021

DR. GAÉTAN HENRI ALFRED EDOUARD LEÓN MARIE GATIAN de CLÉRAMBAULT

Gaétan Gatian de Clérambault nació en la Bourges, no lejos de París, el 2 de julio de 1872, en una familia aristocrática que tenía a René Descartes entre sus antecesores.
Era hijo de Edouard de Clérambault y de Valentine de Saint Chamans y fue el mediano de tres hermanos: Rose, la mayor y fallecida en 1877, cuando Clérambault tenía cinco años y Roger que murió en 1933.
Empezó a estudiar en la Escuela de Artes Decorativas pero, a petición de su padre, y de acuerdo con la tradición familiar, estudió derecho, y solo después de la graduación, comenzó a estudiar medicina. 
Finalizados estos, ingresa en 1898 como interno en los Asilos del Sena y en 1899 lee su tesis doctoral sobre el “Oteohematoma”, donde demuestra que los hematomas en los oídos de los alienados no son signos de degeneración, como entonces se pensaba, sino el fruto de golpes auto y heteroinflingidos.
En 1905 comenzó a trabajar como médico “certificador” en la Enfermería Especial para los enfermos mentales de la Prefectura de Policía de París, bajo la dirección de Paul Garnier y donde desarrolló toda su carrera psiquiátrica. 
Esta institución se crea en París en 1850 (no existió en ningún otro lugar de Francia), tras establecerse en 1834 que los alineados no podían ser encarcelados en el mismo lugar que los presos comunes y porque la legislación francesa indicaba que si el sujeto no estaba en plenitud de sus facultades mentales, no era responsable de sus delitos.
Lo lamentable de la situación era que solo disponía de 18 “habitaciones” (más bien celdas) en una época en que los psiquiatras evaluaban – cuando la dirigía Garnier – entre 2.500 y 3.000 posibles pacientes al año.
Popularmente se acabó conociendo al lugar como el “Depot” (Depósito). Allí eran llevados los sujetos recogidos por la policía, tanto alcohólicos, como vagabundos y prostitutas o alienados que alteraban el orden social, para determinar si debían ser enviados a prisión o ser ingresados en un psiquiátrico.
El primer Director será Lasègue (1850-1883), seguido de Legrand du Saulle (1883-1886), Garnier (1886-1905) y Dupré (1905-1920). Finalmente, en 1920, es Clérambault quién alcanza la jefatura de dicha institución. 
Se calcula que firmó unos trece mil certificados mientras trabajó en dicho lugar. El excesivo número de pacientes obligaba a establecer diagnósticos rápidos, pero curiosamente Clérambault no quería que ninguno de sus colaboradores entrevistase a los sujetos antes de que lo hiciera él. 
En los interrogatorios, más que escuchar y preguntar, su práctica - ampliamente criticada por sus detractores - se caracterizaba por “maniobrar” a los enfermos, buscando “soliviantarlos”: “debemos provocar en el sujeto un estado mental en el que estará presto a monologar y discutir, a partir de lo cual nuestra táctica será callarnos, o contradecir…” (C. Spivak).
Entre 1910 y 1913 viaja a Túnez en dos ocasiones y allí descubre una de sus pasiones: el estudio del plisado (“drapeado”) de las telas de los vestidos de las mujeres árabes.
Estando convaleciente de una herida en su hombro derecho, en el contexto de la primera guerra mundial, solicitó formar parte del contingente militar destinado en Marruecos. 
Su encuentro con el país norteafricano se vuelve rápidamente apasionado; confrontado al notorio contraste entre las mutaciones tecnológicas en occidente y la civilización tradicional marroquí, rendirá a aquél país un triple homenaje: aprende árabe, encarga un monumento funerario conforme a la tradición islámica, y finalmente fija mediante la fotografía las manifestaciones del más efímero de las artes marroquíes, el de su tradiciónal vestimentaria.
Muchas exposiciones de arte musulmán habían tenido lugar en París a finales del siglo XIX y primera década del XX, haciendo descubrir al público la arquitectura y la orfebrería marroquíes, pero solo las telas y su drapeado interesaban a Clérambault.
Las siluetas fantasma de mujeres comunes que fija su cámara, están suspendidas en la inmovilidad de posturas cotidianas, como tomar agua, tomar una jarra, apoyarse contra una puerta, estar esperando…
A veces Clérambault no parece haberse contentado con fijar los movimientos de las telas animadas por tales gestos cotidianos, sino haber imaginado para las modelos que posaban para él posturas totalmente artificiales: brazos arriba en alza, abajo, a la derecha, a la izquierda, la cabeza del mismo lado, y del lado opuesto, etc. 
Desde 1905 hasta su muerte en 1934, de Clérambault trabajó en diferentes campos de la medicina. 
Su primer trabajo psiquiátrico, en 1909, fue sobre alucinaciones. 
Introdujo el término "automatismo psicológico (mental)" y sugirió que el mecanismo del "automatismo mental" podría ser responsable de las "experiencias de alucinaciones". 
Dividió el automatismo psicológico (mental) en tres tipos: asociativo, sensitivo y motor. 
Este síndrome que se refiere a delirios de control externo se denomina síndrome de Kandinsky-Clérambault. 
En 1927, Clérambault describió por primera vez el síndrome 'psychose passionelle', que luego recibió su nombre, en el que una persona cree que él o ella es el centro de atención de algún personaje famoso. Es un tipo de delirio paranoico, con el contenido de una cualidad amorosa. 
Clérambault afirmó que la paciente era generalmente una mujer que había desarrollado la creencia delirante de que un hombre, con quien pudo haber tenido poco o prácticamente ningún contacto, estaba enamorado de ella.
Clérambault fue una figura culta y exitosa no solo en medicina sino también en arte; muchas de sus pinturas se encuentran ahora en museos, al igual que sus modelos de ropa con motivos orientales. 
Tomó aproximadamente 30.000 fotografías entre 1914 y 1918 en Marruecos, aunque lamentablemente se conservan unas 400. 
Algunas fueron tomadas como parte de un proyecto de investigación sobre los síntomas de la histeria. 
Estas fotos se colocaron más tarde en el Musée de l'Homme y en 1990 se exhibieron en el Centro Pompidou de París. 

Enseñó sobre el arte de los trajes drapeados en las Ecoles des Beaux Arts de París. 
Su conocimiento enciclopédico incluyó cinco idiomas. 
El último año de su vida había perdido la vista casi por completo, a pesar de haberse sometido a una operación de cataratas, inicialmente satisfactoria, con el prestigioso oftalmólogo español Ignacio Barraquer y que el propio Clérambault relata en una publicación (póstuma) titulada “Recuerdos de un médico operado de catarata”, y en la que dona sus ojos a “cualquier colega que quiera examinarlos”. Vivía solo, no se le conoce ninguna relación sentimental y parece que tenía una importante artritis que le dificultaba mantenerse en pie. 
En este contexto - aunque algunos autores sugieren también del padecimiento de una melancolía - pide ayuda a un amigo para que le busque una habitación en alguna residencia de médicos y dejar de vivir aislado. 
Sin embargo pocos días después, el 17 de noviembre de 1934, redacta un testamento hológrafo - en el cual se acusa de la compra inadecuada de un cuadro y en el que también lega todos sus bienes a la “Asistencia Pública” -, prueba su arma en el jardín de su casa, se sienta con su cámara ante un espejo y se descerraja un tiro en la boca.
Al margen de la leyenda sobre el padecimiento de una melancolía, era su carácter “perverso y fetichista”, difundido gracias quizás tanto a su soltería, como a su pasión por las telas y a que supuestamente guardaba en su domicilio numerosos maniquíes de cera, a los que vestía con túnicas drapeadas.
Parece que investigaciones posteriores sobre el tema han desmentido este hecho (a su muerte solo encontraron en su casa el muñeco articulado que utilizaba para sus clases en la Escuela de Bellas Artes) y en este sentido son significativas las disculpas pedidas en un articulo por Jose Mª Alvarez - reconocido psicopatólogo e historiador de los alienistas -, tras haber contribuido en parte a difundir el mismo. 
Este mismo autor, a propósito del suicidio de Clérambault, nos dice: “El 4 de diciembre de 1934, Le Figaro publicaba un artículo de Joseph Kessel con el que se trataba de restaurar la mancillada memoria del Dr. de Clerambault, elevándolo al firmamento de la Psiquiatría y parangonando su genio con el del propio Freud. Unos días antes, el 17 de noviembre, Clerambault, médico jefe de la Enfermería Especial del Depósito, se había dado muerte en su domicilio de la calle Danicourt, en Malakoff. Sus enemigos, que eran muchos, le tildaban de demente, mientras que alguno de sus amigos aseguraban que se había suicidado porque se estaba quedando ciego. Esa era precisamente la mayor desgracia que podía sobrevenir a alguien que había hecho de la mirada el vehículo de su goce y la fuente de sus descubrimientos clínicos. Y es que Clérambault representa en la historia de la clínica mental el cénit de la clínica de la mirada…”. (JMª Alvarez, 1994).
Henry Ey, famoso psiquiatra francés del siglo XX, le consideró la figura psiquiátrica más grande de comienzos del siglo XX en su país. 
En 1942, uno de sus estudiantes, Jean Fretet, publicó dos volúmenes de las obras de Clérambault bajo el título Oeuvre Psychiatrique. 
La vida y el arte de Clérambault están representados en la película The Cry of Silk (1996) dirigida por Yvon Marciano.
Por sus acciones durante la Primera Guerra Mundial, de Clérambault fue galardonado con una cruz de la Légion d'Honneur y la Croix de guerre.
Es famoso que el psicoanalista francés Jacques Lacan atribuyó su "entrada en el psicoanálisis" en gran parte a la influencia de Clérambault, a quien consideraba su "único maestro en psiquiatría".



Clásicos de la psiquiatría (XVII): Gäetan Gatian de Clerambault
Reda Rahmani y Luis Pacheco

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