La maniobra de Valsalva es el aumento de la presión intratorácica que se consigue al intentar espirar contra una vía aérea superior cerrada.
Valsalva la describió como "el aire es forzado hacia el interior con las fosas nasales y la boca ocluidas" y describió su uso como "un ejercicio correctivo, que debe repetirse, y que conducirá a la extrusión de materia cerebral pretorácica ya sea a través de la herida, a través de las fosas nasales, a través de la boca o a través del meato auditivo con gran beneficio".
Sin embargo, ha encontrado otros usos, como poner fin a episodios de taquicardia supraventricular y detener el dolor de oídos en vuelos de gran altitud.
Pero, ¿quién era Valsalva?
Nacido el 17 de junio de 1666 en Imola, Italia, Antonio Maria Valsalva vivió en una época de grandes cambios en toda Europa.
El año 1666 sería conocido como el Annus Mirabilis.
Fue el año de la última gran epidemia de peste bubónica en Inglaterra, que cerró la Universidad de Cambridge.
Un joven académico obsesivo llamado Isaac Newton huyó a la mansión de sus padres, donde se dice que presenció la caída de una manzana. Más tarde, ese mismo año, el gran incendio de Londres arrasaría la vieja ciudad, marcando el cambio de los tiempos con un estilo terrorífico.
Valsalva creció en Imola, en lo que se convertiría en el norte de Italia. Fue el tercero de ocho hijos nacidos en una familia de clase media alta.
Su padre, orfebre, adoptó el nombre de Valsalva por la ubicación de la casa familiar.
Los jesuitas le educaron en humanidades, matemáticas y ciencias naturales, donde se inspiró en el estudio de la anatomía y la fisiología.
Siendo adolescente, se trasladó a la Universidad de Bolonia (considerada la más antigua en funcionamiento), donde estudió filosofía, matemáticas y medicina. Durante su estancia en Bolonia, se convirtió en alumno predilecto de Marcello Malpighi (conocido como el padre de la anatomía microscópica, la histología, la fisiología y la embriología).
Valsalva se licenció el 10 de junio de 1687, siete días antes de cumplir 21 años, e inmediatamente fue nombrado inspector de Salud Pública de Bolonia.
Casualmente, un mes más tarde, la manzana caída de Isaac Newton encontró su fórmula al publicarse los Principia en la Royal Society de Londres.
Valsalva ejerció en el Ospedale degli Incurabili de Bolonia durante 25 años. Trabajó en oftalmología, rinología, cirugía vascular y tumoral, y realizó nefrectomías. Inventó numerosos instrumentos quirúrgicos y destacó especialmente por su forma de tratar los aneurismas.
Excelente médico y dedicado cirujano, era buscado desde lejos por sus diagnósticos. El Papa quiso nombrar a Valsalva su médico personal, pero éste prefirió permanecer en la universidad.
El Senado de Bolonia lo eligió profesor de disección y demostración de anatomía, y permaneció en Bolonia hasta su muerte.
Valsalva realizó muchas autopsias, que en aquella época eran el principal método para profundizar en el conocimiento tanto de la salud como de la enfermedad. Valsalva se interesó especialmente por el oído medio e interno y dirigió disecciones detalladas de la anatomía de la zona.
Su obra "De aure humana tractatus" (Tratamiento del oído humano) se publicó en 1704.
Fue el primero en describir el oído en tres regiones: interna, media y externa. Su libro se convirtió en el texto de referencia durante más de un siglo y fue reeditado en varias ciudades y traducido al neerlandés.
Describió y representó el tímpano, los músculos y los nervios del oído. Se le atribuye la descripción de la estructura y función de la trompa de Eustaquio, a la que dio el nombre de Bartolomeo Eustachi, anatomista italiano que la descubrió.
Estudió con detalle la aorta y la válvula aórtica, describiendo la dilatación en forma de bolsa entre la pared de la válvula aórtica y las valvas de la válvula de la que nacen las arterias coronarias, conocidas actualmente como senos de Valsalva.
Otras áreas de la anatomía que llevan su nombre son el antro de Valsalva, una cavidad en la porción petrosa del hueso temporal, el ligamento de Valsalva, que une el pabellón auricular al cráneo, y el músculo de Valsalva, una banda de fibras musculares verticales en la superficie externa del trago inervadas por la rama temporal del nervio facial.
Experimentó con animales, entre otras cosas, controlando los efectos de la ligadura de las arterias carótidas, la realización de esplenectomías y las consecuencias de la perforación de los tímpanos.
En sus autopsias y su trabajo clínico observó el principio de la disfunción unilateral tras una lesión cerebral contralateral. No siempre acertado, postuló la existencia de un "nuevo agujero" que unía la cavidad intracraneal con el oído. Este ''nuevo foramen'' nunca se encontraría.
Valsava no se limitaba al aprendizaje práctico por disección, y comprendía realmente el antiguo principio médico de utilizar todos los sentidos.
En el siglo XVII no existían laboratorios para analizar muestras ni se tenía idea de los microbios. Como científico dedicado, se sabe que a veces probaba los fluidos que encontraba en los cadáveres para describirlos mejor.
"El pus gangrenoso no sabe bien", escribió, "deja un desagradable cosquilleo en la lengua durante la mayor parte del día". Por alguna razón, este dato se ha perdido en los manuales de medicina modernos.
Italia era un hervidero del aprendizaje de la anatomía en esta época. Valsalva fue maestro de científicos notables como Giovanni Battista Morgagni. Cuando la Academia de Bolonia le pidió que censurara el primer volumen de la "Adversaria anatomica" de Morgagni, Valsalva solicitó más tiempo para examinarla con más detenimiento, diciendo: "Así soy yo... Amo a Morgagni, pero amo más la verdad".
Morgagni pudo haber reído último, sin embargo no lo huizo, ya que más tarde tuvo la responsabilidad de editar póstumamente los escritos completos y la biografía de Valsalva en 1740.
En la breve sección biográfica, Morgagni elogia a Valsalva como médico honesto y autocrítico, antes de escribir 200 páginas de observaciones y teorías anatómicas, subrayando su derivación de Valsalva. Sin embargo, no confía demasiado en la idea de los "nuevos forámenes" de Valsalva.
Morgagni publicó más tarde (1761) "De sedibus et causis morborum", que quizá fue insuperable como guía de la medicina científica durante los 100 años siguientes.
Antonio Valsalva fue pionero en sostener que el sufrimiento de la salud mental podía tener su origen en lo físico y no en lo puramente espiritual (no era una idea nueva, ya que contaba con el apoyo de Hipócrates y otros). Recomendó el tratamiento humanitario de los enfermos mentales, en un momento en que se estaban fundando manicomios por toda Europa.
Después de Valsalva, hubo una mayor conciencia de la necesidad de atención psiquiátrica a lo largo del periodo conocido como la Ilustración.
A los 43 años, Valsalva se casó con Elena Lisi, hija de 17 años de una noble familia senatorial boloñesa.
Juntos tuvieron seis hijos, la mitad de los cuales murieron en la infancia.
En 1721, mientras consultaba a Morgagni en Venecia, sufrió una dislalia temporal.
Razonó que se trataba de un síntoma de "apoplejía", término antiguo que incluye los síndromes de muerte súbita y apoplejía. Murió repentinamente de apoplejía en Bolonia dos años más tarde, a la edad de 57 años, el 2 de febrero de 1723.
* Nathan Jacobs, Michele Bossy y Amish Patel - Journal of the Intensive Care Society - 2018
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