martes, 1 de abril de 2025

ELIZABETH KENNY

Elizabeth Kenny nació el 20 de septiembre de 1880 en Warialda, Nueva Gales del Sur, Australia. 
Hija de Michael Kenny, granjero y de Mary Moore. Su familia la llamaba Lisa y su madre la educaba en casa antes de asistir a escuelas en Guyra, en Nueva Gales del Sur y a Nobby en Queensland.
A los diecisiete años se rompió la muñeca al caerse de un caballo. Su padre la llevó a consultar a Aeneas McDonnell, médico en Toowoomba, donde permaneció durante su convalecencia. Mientras estuvo allí, estudió los libros de anatomía y el modelo de esqueleto de McDonnell. Esto inició una asociación de por vida con McDonnell, quien se convirtió en su mentor y asesor. 
Más tarde, Kenny confirmó que se interesó en cómo funcionaban los músculos mientras estaba convaleciente de su accidente
En esa época, ir a la universidad y formarse académicamente estaban muy lejos de las familias humildes de las zonas rurales australianas. Y, en un contexto en el que no tenía la alternativa de asistir a un colegio de medicina, a los 17 años decidió dar sus primeros pasos en la profesión que tanto amaba y se sumó como voluntaria a un centro médico de Guyra.


Durante más de 10 años aprendió cientos de prácticas de los médicos y de las enfermeras líderes del hospital y, una vez formada, tomó la iniciativa de abrir su propia práctica de enfermería en Darling Downs. Allí fue donde se encontró con una dura enfermedad que afectó a millones de personas en los inicios de 1900: la poliomielitis.

El Método Kenny
Fue en 1911 cuando Elizabeth se enfrentó por primera vez a un caso de polio.
Ante la necesidad de "hacer lo mejor posible con los síntomas que se presentaban", Kenny, con su aguda observación, desarrolló un nuevo tratamiento para la poliomielitis. Su innovación consistió en usar compresas calientes para aliviar los espasmos musculares en personas con síntomas tempranos de poliomielitis, cuando el tratamiento médico tradicional incluía el uso de férulas o yesos para inmovilizar las extremidades afectadas.

La Hermana Kenny hizo afirmaciones audaces, obtuvo validación científica, aprendió de la experiencia, recurrió a la publicidad y resistió la resistencia. Aunque algunas estrategias no tuvieron éxito (y Kenny enfrentó muchos obstáculos), la práctica médica cambió en un tiempo relativamente corto. 
La inmovilización de las extremidades se suspendió en gran medida durante la fase aguda de la enfermedad. Kenny persistió en el cuidado de niños que, de otro modo, podrían haber sufrido deformidades. 
En 1940, viajó a los Estados Unidos para instalarse e inaugurar centros de rehabilitación con el Instituto Sister Kenny en Minneapolis. Esta entidad se convirtió en el principal sitio para el tratamiento de la enfermedad en todo el mundo. 
Su método recibió títulos y distinciones de la Universidad de Rutgers y la Universidad de Rochester e incluso el presidente Franklin D. Roosevelt la invitó a la Casa Blanca para conocer más sobre su propio tratamiento.
Kenny murió el 30 de noviembre de 1952, en Toowoomba, Australia, tras sufrir una trombosis cerebral. Tenía 72 años.
Fue enterrada en el cementerio Nobby al lado de su madre.
El 5 de octubre de 1997, en Nobby, Queensland, se abrieron las puertas por primera vez de la Casa Conmemorativa de la Elizabeth Kenny, que celebra el destacado trabajo que realizó esta mujer a lo largo de su vida. En esta fecha, el doodle de Google recuerda a la enfermera australiana que creó un método que sirvió para rehabilitar a millones de personas con poliomielitis en todo el mundo.
Su historia fue contada en la película llamada Amor sublime (Sister Kenny, 1946), donde fue interpretada por Rosalind Russell, quien fue nominada por los Premios de la Academia como mejor actriz por su actuación como Kenny.

* S.R. Oppewal - Imagen J Nurs Sch - 1997
* Diario La Nación - Argentina - 2022
* Ciencia

No hay comentarios.:

Publicar un comentario