Silvio nació en Haiiau (Alemania) el 15 de marzo de 1614, era hijo de un comerciante cuyo padre había venido originalmente de Cambreii (norte de Francia), pero había emigrado a Frankfurt en Main.
Silvio completó su educación primaria en la Academia Calvinista de Sedan.
De 1633 a 1635 estudió medicina en Leiden bajo la supervisión de Adolpli Vorstius y Otto Heumius. Debido a que no le gustaba su enseñanza fue a Wittenberg, Jena, y finalmente a Basilea, donde se doctoró en 1637.
Después de practicar la medicina durante dieciocho meses en Haiiau, Silviofue y Leiden en 1638, Silvio obtuvo permiso para dar conferencias privadas de anatomía en la universidad.
Aparte de sus demostraciones anatómicas en el Jardín Botánico de Galleiy , también efectuó experimentos fisiológicos. Sylvius fue uno de los primeros adherentes en la contienda Europea a la teoría de la circulación de la sangre de William Harvey. Uno de sus alumnos fue más tarde, el profesor de medicina Johannes Walaeus (1604-1649).
En 1641 Silvio comenzó una práctica médica en Amsterdam, donde se convirtió en inspector del Collegium Medicum en 1657. Era muy estimado por sus colegas médicos Nicolaas Tulp, Paulus Barbette y Hendrik van Rooiihuyse. Su labor científica consistió en exámenes post mortem y experimentos químicos.
El interés de Silvio por la química lo produjo el contacto con los químicos Otto Sperling y Jan Rudolph Glauber.
En 1647 se casó con Anna de Eigne con la que tuvo dos hijos (ambos murieron muy jóvenes).
En 1666 se casa con su segunda esposa la Sra, Magdalena Lucretia Schletzer, que murió tres años después de su matrimonio. Su hija siguió a su madre a la tumba un año después.
En 1666 se casa con su segunda esposa la Sra, Magdalena Lucretia Schletzer, que murió tres años después de su matrimonio. Su hija siguió a su madre a la tumba un año después.
Silvio era un conocido coleccionista de pinturas holandesas y mecenas de los pintores Frans van Mieris y Gerard Dou. En el momento de su muerte Silvio poseía 162 pinturas.
La Universidad de Leiden llama a Silvio a una cátedra de medicina en 1658. Pronunció su discurso inaugural el 16 de septiembre de ese año.
Silvio era un excelente y entusiasta maestro que atrajo a muchos estudiantes de todas partes de Europa.
En su terapéutica Silvio prefiere los nuevos medicamentos químicos por sobre los viejos. Su conocimiento de la química fue reconocido por los directores de la universidad en 1666, nombrándolo profesor de química.
En anatomía Silvio hizo varios descubrimientos, especialmente en la anatomía del cerebro.
Silvio otorga gran importancia al papel del bazo en la producción de la sangre. Sus teorías médicas se basan en los principios iatroquímicos de Paracelso y Van Helmont. Estaba convencido de que toda fisiología y proceso patológico era análogo a las reacciones que podrían ser observadas en el laboratorio de química. En el cuerpo, también, el ácido y el álcali fueron los principios fundamentales.
Le atribuyó un papel importante a los fermentos, que le llevó a un estudio experimental de la función del duodeno y reconocer el papel de la saliva en el aparato digestivo.
En Sylvius la iatroquímica y la química tuvieron su más influyente defensor, pero cerca del final de su carrera se encontró con una oposición seria, sobre todo de su colega Groningen Anton Deusing.
Charlas apasionadas de Silvio inspiraron a muchos de sus estudiantes como Jan Swammerdam, Nicolaus Steno, y Reinier de Graaf.
Silvio murió el 15 de noviembre 1672 y fue sucedido por Carlos Drelincourt (1633-1697), quien
fue un acérrimo crítico de las ideas de su predecesor.
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