Eugene Devic nació en Lyon, Francia, el 24 de octubre de 1858.
Fue discípulo y colaborador del profesor Bouveret en Lyon.
Se graduó de médico en 1886 con la tesis titulada “Des rachutes de la fièvre typhöde”.
En 1888, Devic empezó a trabajar como clínico en el Hospital de Antiquaille y posteriormente continuó su carrera en el servicio de Anatomía patológica entre 1892 y 1894.
Luego trabajó en el Hospital de Lyon, donde le interesó la pediatría.
Con el doctor Bouveret publicó algunos artículos sobre gastroenterología.
En 1870, Sir Thomas Clifford Allbut expresó el interés de la ciencia al analizar la asociación de dos alteraciones neurológicas que se iniciaban en la médula espinal (mielitis), en cinco pacientes. Doce a trece semanas después los pacientes presentaron el compromiso ocular (neuritis).
En 1889, Achard y Guinon describieron un estudio clínico-patológico de esta nueva entidad.
Posteriormente Eugene Devic fue el primero en utilizar los términos de “neuromielitis óptica”.
De su producción científica, la neuromielitis óptica (NMO) fue su trabajo seminal; publicó dos artículos y con su estudiante Fernand Gault describieron diecisiete casos de neuromielitis óptica, que para esa época era un serie excelente.
Para el Congreso Francés de Medicina, en 1894 Devic escribía lo siguiente: “Representan una de las muchas modalidades clínicas que consisten en múltiples localizaciones al mismo tiempo en varios puntos del sistema nervioso central y periférico”.
Esta hipótesis de Devic aún persiste.
En 1897, Devic logró trabajar en cardiología y con el profesor Tripier escribió un capítulo sobre “Séméiologie da coeur et des vaisseaux” para el libro de patología del profesor Bouchard.
Finalmente, un estudiante anónimo, el 23 de febrero de 1930, en la revista Lyon medicale, número 8, escribió lo siguiente:
"Aquellos que conocían al Dr. Devic solo a través de sus estudios, realmente no lo conocían.
Fue sobre todo él mismo mientras enseñaba los elementos básicos del servicio que prestó, primero en el Hospital de la Cruz Roja y luego en el Hospital de Lyon, donde permaneció hasta después de la Primera Guerra Mundial. Allí educó a una élite, una élite que ahora esta dispersa, una élite que a pesar de todo todavía lleva la huella dejada por su amo. Mostró cómo examinar a un paciente, la paciencia necesaria y el método involucrado, la modestia, la honestidad y la precisión que se requieren para hacer un diagnóstico.
Tenía un sentido clínico refinado y una claridad de juicio que parecía simple pero que enmascaraba una educación y una cultura amplias. También fue muy concienzudo, la mayor cualidad que puede tener cualquier trabajador y el peor vicio de los ambiciosos.
Eugènè Devic ayudó a formar un talentoso grupo de médicos y tuvo un gran impacto en la formación médica diaria. Su mayor contribución fue haber hecho de la medicina clínica una escuela. De ello se desprende que para hombres como Eugènè Devic, que evitaban toda pompa, honores y premios, cualquier juicio que se les hiciera reflejaba su modesta forma de vida. Sin embargo, es justo que se les recuerde destacadamente.
El Dr. Devic está muerto. Solicitó un funeral sencillo. Durante toda su vida evitó la ostentación; Yo, más que nadie, sé que él habría detestado toda esta pompa y ceremonia en torno a su nombre. No obstante, no creo que haya traicionado su memoria al contar el trabajo de su vida. Amaba demasiado su ciencia como para no perdonar a uno de sus alumnos, ligado a él por numerosos lazos, por escribir un breve resumen en una revista médica que nos dejó".
En 1903 escribe una monografía sobre la "Úlcera duodenal".
Devic no solo hacía medicina. Después de 1894, se dedica activamente a la vida política de la ciudad de Lyon.
En el período 1896-1898 fue elegido miembro del Ayuntamiento de Lyon.
Muere en 1930.
* "History of Devic’s disease" - Antonio Iglesias Rodríguez, Diana Gil, José Félix Restrepo, Antonio Iglesias Gamarra
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