"En el fondo nunca conseguimos liberarnos de generalizaciones prematuras, y una y otra vez, sólo proponemos nuevos esquemas y abreviaturas de menor o mayor duración a la multiplicidad de los hechos" (von Prowazek 1912b p 241).
Microbiólogo, Parasitólgo, Bacteriólogo y Zoólogo austríaco, cofundador y primer editor del "Archiv fur Protistenkunde", nació el 12 de noviembre de 1875 en Neuhaus, Böhmen.
Su padre era oficial del ejército austrohúngaro y fue ennoblecido en 1893.
Prowazek recibió su educación primaria en el Gimnasio de Plzen.
En 1895 comenzó a estudiar ciencias naturales en la Universidad de Praga, donde recibió la influencia del zoólogo Berthold Hatschek y del físico y filósofo Ernst Mach. Tras dos años de estudio, siguió a Hatschek a la Universidad de Viena, donde se doctoró en 1899 con una tesis titulada Protozoen Stadien.
Después de recibir el Ph.D. En 1899, Prowazek continuó su trabajo zoológico con Hatschek tanto en Viena como en la estación zoológica en Trieste hasta 1901, cuando fue al Instituto de Terapia Experimental de Paul Ehrlich en Frankfurt.
Al año siguiente, Prowazek trabajó en el departamento de Richard Hertwig en Munich, donde continuó sus investigaciones citológicas anteriores sobre flagelados e investigó los modos reproductivos de los infusorianos.
En 1903 aceptó una invitación de Fritz Schaudinn, a quien había conocido en Trieste en 1901, para trabajar como su asistente en la sección zoológica de la Universidad de Berlín en Rovigno.
En 1905 Schaudinn, después de su descubrimiento, con Hoffmann, de la espiroqueta que causa sífilis, fue nombrado director de la sección zoológica del Institut Fur Schiffs-und Tropenkrankheiten en Hamburgo.
Tras su muerte prematura al año siguiente (a la edad de treinta y cinco), Prowazek fue nombrado su sucesor.
Prowazek había participado en la expedición de Neisser en 1906 a Java.
En Batavia, él y Ludwig Halberstadter descubrieron las inclusiones en las células epiteliales de las conjuntivas de los ojos tracomatosos que ahora se llaman cuerpos de Prowazek o cuerpos de Halberstadter-Prowazek.
Al mismo tiempo, comenzó sus estudios de vacunación.
Después de una breve visita a Japón, Prowazek regresó a Hamburgo, de la cual hizo varias otras expediciones de investigación.
En 1908 fue a Río de Janiero para estudiar la etiología de Vaccinia y Variola en el Instituto Oswaldo Cruz.
Dos años más tarde, visitó las colonias alemanas del oeste de Samoa, Yap y Saipan para explorar las causas de una serie de enfermedades infecciosas, entre ellas tracoma, la viruela, la enfermedad de Newcastle, la ictericia del gusano de seda, la epiteliosis desquamativa conjuntiva y el molusco contagioso.
En 1913 y 1914 Prowazek viajó a Serbia y Constantinopla, donde el Typhus estaba furioso.
Hizo observaciones sobre la etiología, el modo de transmisión y el ciclo de vida del parásito causal de la enfermedad, y dedicó los últimos dos años de su vida a estudiarla.
Él mismo murió de tifus el 17 de febrero de 1915 cuando él y Henrique da Rocha-Lima fueron enviados para investigar una epidemia que había estallado entre los prisioneros rusos confinados en un campamento cerca de Cottbus. Da Rocha-Lima contrajo la enfermedad al mismo tiempo, pero se recuperó para aislar el microorganismo causal, al que llamó Rickettsia prowazekii, en honor a Prowazek y H. T. Ricketts, que también había muerto de Typhus mientras lo investigaba.
La enfermedad que contrajo en servicio médico tomó el curso más grave en dos semanas, y se realizó un funeral con honores militares.
Fue uno de los protistólogos más versátiles de su época, tanto de unicelulares discretos del medio ambiente como de parásitos patógenos de animales y del hombre.
Tenía una aguda percepción de sus peculiaridades morfológicas y de desarrollo, aplicando con valentía conceptos fisicoquímicos a las ciencias de la vida.
Además, tenía un amplio interés por las bases filosóficas de la Ciencia y un gusto por las artes y la literatura de la época.
Fue el primero en demostrar que el parásito Trypanosoma Lewisi pasa a través de una etapa especial en el cuerpo de su huésped, el piojo de la rata. Hizo una serie de experimentos de trasplante en Protista, y contribuyó ampliamente a la protistología y a sus aplicaciones médicas.
Aunque carecía de educación médica formal, Prowazek tenía una comprensión considerable de los problemas médicos, a los que aplicaba su amplio conocimiento biológico y su habilidad en química y física.
Era un observador agudo y pudo dominar las técnicas sutiles y encontrar temas apropiados para abordar los problemas biológicos generales.
Pertenecía a la generación que iba a florecer durante las décadas siguientes en Medicina y Ciencia y a promover el pensamiento científico más allá de las fronteras entre ambas.
Su obra protistológica, aunque numerosa, consistente en su mayor parte en breves comunicaciones, raramente tomándose tiempo para entrar en detalles y profundidad. Contiene sin duda interpretaciones incompletas e inferencias erróneas, pero para el que la conoce resultaba estimulante al igual que su apasionante personalidad, tan típica de la bohemia civilizada del Fin de Siglo austriaco.
En menos de un decenio, la protistología alemana perdió a dos eminentes protagonistas: Fritz Schaudinn en 1906 (Mollenhauer 2000); Stanislaus von Prowazek en 1915, y perdió con ellos gran parte de su impulso juvenil.
Después se volvió más terrenal hasta que recibió un nuevo impulso a través del enfoque molecular ya perceptible en sus visiones. Una línea de pensamiento y búsqueda de lo más fructífera en aquella época.
* Jaenicke, Lothar. Protist; Jena Tomo 152, N.º 2, (Jul 2001): 157.
* World Biographical Encyclopedia, Inc. - 2021
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