sábado, 22 de junio de 2024

DRA. SOPHIE SPITZ

La Dra. Spitz fue una patóloga estadounidense, nacida el 4 de febrero de 1910 en Nashville, Tennessee (Allen, 1991). Hija de Florence Levy Spitz y Joe Spitz.
Estuvo expuesta a la medicina a una edad temprana porque su tío, Herman Spitz, era patólogo clínico (Austin and Repatriation Medical Centre, 2018). 
Cursó sus estudios universitarios en la Universidad de Vanderbilt y posteriormente en la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt, donde se graduó en 1932 (Allen, 1991; Austin and Repatriation Medical Centre, 2018). 
Tras su graduación, Spitz completó su internado y residencia en patología en el New York Infirmary for Women and Children (Allen,1991). 
En 1941, fue nombrada patóloga adjunta en el Memorial Hospital for Cancer and Allied Disease (Spatz y Barnhill, 1999). 
En 1942 se casó con Arthur Allen, otro patólogo. 
Por aquel entonces, se matriculó en el Instituto de Patología del Ejército, donde trabajó como patóloga hasta 1945.
Fue aquí donde desarrolló un interés por las enfermedades tropicales y fue coautora de "Patología de las enfermedades tropicales", un atlas con James Earle Ash. 
Tras la Segunda Guerra Mundial, regresó al New York Infirmary y trabajó en el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center, donde llevó a cabo su famoso estudio sobre el melanoma juvenil (Austin and Repatriation Medical Centre, 2018).
Sophie Spitz murió a los 46 años, el 11 de agosto de 1946, de un cáncer de colon metastásico. En ese momento, ocupaba el cargo de directora de patología en el New York Infirmary (Allen, 1991; Austin and Repatriation Medical Centre, 2018). 
A su muerte, Sophie Spitz dejó a su madre, la Sra. Florence Spitz, y a sus dos hermanos, L. J. Spitz y Samuel H. Spitz, ambos médicos (The New York Times, 1956).
En una época de la historia de Estados Unidos en la que sólo el 6% de los médicos eran mujeres, Spitz se hizo un nombre en el campo de la medicina (Care, 2015). Fue la primera en describir las características histológicas de las lesiones que denominó melanoma juvenil (Spatz y Barnhill, 1999). Antes de su identificación, estos tumores se diagnosticaban como melanoma maligno infantil basándose en sus características histológicas.
Las lesiones solían seguir un curso clínico benigno y carecían de las características agresivas típicas del melanoma.
Spitz creó un estudio que comparaba lesiones diagnosticadas en 13 niños como melanoma maligno con lesiones diagnosticadas en un grupo de adultos como melanoma maligno. Los niños del estudio tenían entre 18 meses y 12 años, y los adultos entre 14 y 19 años. 
De los 13 niños que Spitz siguió en el estudio, uno murió de un melanoma maligno que hizo metástasis de forma salvaje. 
Los otros 12 participantes tenían lesiones que se extirparon localmente sin recidiva ni metástasis.
Spitz describió las similitudes histológicas entre las muestras de biopsia de los tumores que seguían un curso benigno. 
Las características comunes que identificó, y que seguimos reconociendo hoy en día, incluían cambios en la epidermis que incluían hiperqueratosis y paraqueratosis parcheada, la presencia de células acidófilas grandes, células gigantes mononucleares o multinucleares, figuras mitóticas ocasionales, pigmento localizado en la parte superficial de la lesión, cambios inflamatorios, edema en la dermis y la epidermis, y dilatación capilar en la dermis papilar.
Los 12 pacientes supervivientes fueron objeto de un seguimiento longitudinal, y no se produjo ninguna otra muerte (Spitz, 1948). 
Los resultados de este estudio se detallaron en el innovador artículo "Melanomas de la infancia", publicado en el American Journal of Pathology en 1948. El estudio puso en tela de juicio la práctica habitual de la época en relación con el diagnóstico de melanomas y nevos benignos en niños. 
Además, los posteriores informes de casos y artículos que siguieron a la identificación de Spitz hicieron que su artículo original fuera citado N700 veces (Spatz y Barnhill, 1999). 
Spitz escribió este artículo en una época en la que las mujeres se enfrentaban a grandes retos en medicina, como la discriminación, el acoso y el trabajo en un entorno dominado por los hombres (Care, 2015). Su legado perdura, no solo como médico brillante, sino también como defensora de las mujeres en la medicina.
Los melanomas juveniles, denominados posteriormente nevus de Spitz en honor a Sophie Spitz, suelen aparecer durante la infancia, pero pueden aparecer a cualquier edad (Harms et al., 2015). Representan un nevus solitario adquirido, aunque se han documentado casos raros de nevus de Spitz congénitos. Estas lesiones son relativamente infrecuentes y representan aproximadamente el 1% de los nevus extirpados quirúrgicamente. 
En el examen clínico, los nevus de Spitz se presentan como pápulas o nódulos únicos, en forma de cúpula, de color rosa a marrón rojizo, que suelen tener un diámetro de b6 mm (Dika et al., 2017). Las lesiones pueden ser pigmentadas o no pigmentadas. La afectación de la parte central de la cara es una presentación clásica, pero los nevus de Spitz también suelen aparecer en la cabeza, el cuello o las extremidades inferiores (Busam et al., 2014; Yeh et al., 2015).
Histológicamente, los nevus de Spitz están compuestos por melanocitos fusiformes y/o epitelioides con núcleos grandes y abundante citoplasma (Dika et al., 2017; Massi y LeBoit, 2004). Los melanocitos observados en los nevus de Spitz suelen ser más grandes que los de otras formas de nevus, pero en general presentan características uniformes (Lott et al., 2014). Con frecuencia se detectan melanocitos solitarios y nidos de melanocitos por encima de la unión dermoepidérmica. Además, a menudo se observan cuerpos de Kamino, que son glóbulos eosinofílicos redondeados (Dika et al., 2017).
La dermatoscopia, una herramienta que amplía la superficie de la piel, es un recurso útil para diagnosticar los nevus de Spitz (Dermatoscopia, 2018). 
Bajo microscopía, los nevus de Spitz muestran patrones variables que ayudan a los profesionales con el diagnóstico. 
En el 53 % de los nevus de Spitz pigmentados se encuentra un patrón en forma de estrella.
Además, se puede observar un patrón globular, así como un patrón vascular que incluye vasos punteados o en coma (Dika et al., 2017). 
El manejo de los nevus de Spitz es actualmente un área de estudio en evolución. Los nevus de Spitz extirpados de forma incompleta pueden mostrar cambios pseudomelanomatosos en la biopsia posterior, lo que supone un reto diagnóstico para los proveedores y dificulta el tratamiento (Sulit et al., 2007).
Por este motivo, muchos dermatólogos optan por extirparlos completamente cuando es clínicamente factible.
Spitz fue una firme defensora de la nueva prueba de detección cervical ideada por el Dr. George Papanicolaou, en un momento en que la comunidad médica rechazaba su trabajo. 
La Dra. Spitz mantuvo un gran interés en la prevención del cáncer de cuello uterino durante toda su vida profesional. 
Escribió artículos en  Cancer  sobre la acción cancerígena de la bencidina y sobre los efectos histopatológicos de las mostazas nitrogenadas. El artículo sobre la bencidina fue el primero en demostrar el potencial cancerígeno de las aminas aromáticas utilizadas en la industria de los tintes, ahora una causa bien reconocida de cáncer de vejiga humana.

* International Journal of Women's Dermatology (2019)
* Ciencia
* LITFL

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