“Pedro Cossio fue un grande, con las controvertidas facetas propias de todo aquel que “hace” la historia, no la relata". Dr. Carlos Bertolasi
Pedro Cossio nació en Tucumán el 17 de agosto de 1900.
En 1918 viajó a Buenos Aires para inscribirse en la facultad de Medicina y egreso con Diploma de Honor.
Su labor asistencial hospitalaria la realizó casi exclusivamente en el antiguo Hospital de Clínicas, demolido en 1974, que ocupaba el lugar de la actual plaza “Bernardo Houssay” del que se conserva la capilla “San Lucas”.
Allí comenzó como practicante externo en 1923-1924, adscribiendo a la cátedra de Semiología con sede en la sala IX, de la que era profesor titular el Dr Aráoz Alfaro (1870-1955), de quien Cossio fue discípulo dilecto.
En 1931 Tiburcio Padilla ganó el cargo de profesor titular e invitó a Cossio para que lo acompañara como jefe de trabajos prácticos. Se estableció entre ambos una fructífera relación personal y científica que produjo una serie importante de trabajos sobre cardiología y un libro publicado en 1930 con el título de Oclusión Coronaria Brusca y Lenta, una de las primeras monografías argentinas sobre esa patología.
El año 1935 fue trascendente en la vida médica de Pedro Cossio. En efecto, en él se materializaron dos publicaciones que darían a su nombre fama nacional e internacional, señalando al mismo tiempo la orientación futura de sus publicaciones científicas.
El primero de ellos fue Semiología del Aparato Circulatorio, un volumen de 385 páginas y 265 figuras publicado en Buenos Aires por la Librería Editorial El Ateneo, que tuvo cinco ediciones nacionales y tres brasileñas.
La segunda publicación que apareció en 1935 fue Temas de Fonocardiografía, que presentaba una serie de trabajos originales sobre el tema realizado por Pedro Cossio con la colaboración de E Braun Menéndez, O Orías, M Lascalea y E Fongi.
La auscultación del corazón fue uno de los aspectos de la Semiología Cardiovascular que más atrajo a Cossio, realizando aportes originales en la investigación clínica, de la que era un apasionado, como solía afirmarlo en sus clases.
El año 1936 fue también decisivo en la trayectoria profesional de Pedro Cossio, ya que durante su transcurso realizó un viaje de estudios durante seis meses a Estados Unidos, donde tuvo la oportunidad de conocer y relacionarse con figuras relevantes de la medicina interna y cardiovascular americana, como Paul D White, Samuel Levine, Soma Weiss, Louis Katz y Frank N Wilson.
La estadía en Norteamérica, junto a un viaje que previamente había realizado a Europa, donde estudió junto a figuras de la talla de Thomas Lewis, John Parkinson en Londres y Charles Laubry, Edouard Donzelot y R Heim de Balsac en París, brindó a Cossio una visión muy cercana de los caminos del futuro desarrollo de la cardiología mundial.
Al lado de estas grandes personalidades se incrementaron sus conocimientos de electrocardiografía y radiología cardiovascular, que ese momento eran los dos principales métodos instrumentales con que contaba el cardiólogo clínico.
Finalmente, en 1937 ganó por concurso el cargo de profesor adjunto de Semiología y Clínica Propedeútica, que le posibilitaba ingresar al cuerpo académico de la Facultad de Medicina, disponer de una autonomía y estabilidad docente permanentes, participar como jurado en tesis, premios y concursos, y eventualmente ser elegido miembro del Consejo Directivo de la Facultad.
En Buenos Aires, en ese momento, haber logrado el título de profesor significaba una posición de prestigio profesional notorio.
En el trienio 1935-36-37 Pedro Cossio había obtenido estos importantes logros a una edad en la que la mayoría de los médicos sólo comenzaban a afianzarse en la profesión. Desde ese momento, y pese a su juventud, Cossio quedó establecido como un cardiólogo de consulta obligada ante los casos con dificultades dignósticas o terapéuticas, un docente con un bien ganado prestigio por la calidad de sus clases y conferencias, así como el autor del texto más leído de Semiología Cardiovascular.
Así, en 1944 ganó por concurso el cargo de profesor encargado del Curso de Cardiología para Graduados de la Facultad de Medicina.
En 1948 Cossio realizó dos importantes contribuciones a la cirugía cardiovascular, la que en ese momento recién se iniciaba como especialidad.
El 24 de junio de ese año pronunció en París una conferencia en la que proponía la valvulotomía tricuspídea en el pulmón cardíaco, o sea, en la insuficiencia ventricular izquierda acompañada de gran hipertensión venosa pulmonar. Esta notable concepción quirúrgica estaba fundamentada en sus observaciones personales en pacientes con disnea irreductible por falla del ventrículo izquierdo, que mejoraban notablemente al instalarse una insuficiencia tricuspídea funcional por dilatación del ventrículo derecho.
El 3 de agosto presentó junto con su colaborador Isidro Perianes una comunicación a la Sociedad Argentina de Cardiología en la que postulaba la ligadura de la vena cava inferior para el tratamiento de la insuficiencia cardíaca irreductible, o sea, aquella que no respondía a las medidas terapéuticas habituales.
Además de la reducción del flujo sanguíneo al corazón derecho, sabemos hoy que esta intervención elimina el tromboembolismo pulmonar recurrente, patología que sigue constituyendo en la actualidad una de sus indicaciones, con o sin la colocación de distintos tipos de filtros. Estas dos concepciones de Cossio son una evidencia de su pensamiento creador, siempre dispuesto a enfrentar primero y resolver después los problemas más arduos de la cardiología clínica.
El 24 de febrero de 1956 Pedro Cossio fue separado de su cargo de profesor titular y director del Instituto de Semiología por injustificadas imputaciones de índole exclusivamente política.
Su notable actuación docente y asistencial quedó interrumpida y sus discípulos del hospital de Clínicas perdieron un maestro ejemplar.
A pesar de tan injusta y arbitraria medida, Cossio continuó trabjando en su consultorio privado, uno de los más nutridos de Buenos Aires, y realizando importantes contribuciones científicas.
Entre 1955 y 1956 apareció su obra Semiología Médica, en dos volúmenes, la cual escribió junto con sus colaboradores E Fongi, O Fustinoni, F Martínez y V Miatello, y que tuvo numerosas reedicones con el título de Medicina Interna. En 1957 publicó en el American Heart Journal el trabajo Clinical Value of the Venous Pulse, acompañado como co-autor por el Dr. Alfredo Bussi.
A partir de 1960 produjo una serie de trabajos originales sobre auscultación y fonocardiografía junto con sus hijos Pedro Ramón y Patricio.
Desempeñó cargos en los servicios de cardiología de los hospitales de Niños (1961-62), Rawson y Moyano y en el Instituto Modelo, entre otros, asi como Profesor en la Universidad Nacional de Tucumán.
Fue uno de los fundadores y presidió la Sociedad Argentina de Cardiología y la Sociedad Interamericana de Cardiología.
Fue designado miembro honorario de sociedades médicas de Brasil, Chile, Francia, Méjico y Rumania, miembro del Consejo de Honor de la Sociedad Interamericana de Cardiología y Comendador de la Orden Carlos Finlay.
Además de su sólida praparación científica, Cossio siempre demostró un profundo interés por la historia de la cardiología y conocía detalladamente las contribuciones de sus predecesores. En sus viajes al exterior, y con la ayuda de su esposa, Marta Agudo Avila, coleccionó una serie de obras vinculadas con la evolución de la cardiología desde sus orígenes en 1628 hasta 1942. La mayoría de ellas figuran en orden cronológico en la bibliografía de su libro Semiología del Aparato Circulatorio.
La labor de Pedro Cossio fue sostenida, destacada y fecunda. Inspiró vocaciones por la Semiología y la Cardiología. Fue una de las más notables figuras de la Medicina Cardiovascular argentina y latinoamericana.
Autor de más de 250 trabajos publicados, director de los libros de semiología con los que estudiaron generaciones de médicos argentinos, médico personal de varios presidentes argentinos, dejó una impronta en la especialidad.
Cuenta el Dr. Jorge Trainini: "Quizás la enseñanza más impactante, para un joven residente como yo, era que sus pacientes tenían escrita a máquina una prolija y completa historia clínica que conservaban cuidadosamente, con detalles de sus hallazgos, tratamiento e indicaciones precisas de cómo se debía actuar en cada situación; este libro me informó que así tenía registradas las 44.000 historias clínicas de los pacientes que atendió en medio siglo de médico".
Después de una visita médica a la ciudad de Santiago de Chile en 1946, un egregio cardiólogo chileno, el Dr Alejandro Garretón Silca, dijo de Pedro Cossio: "No sólo ha abierto muchos espíritus a la curiosidad del estudio de la especialidad, sino que ha creado entusiasmo por la medicina misma".
Murió el 14 de noviembre de 1986.
* Dr. Alfredo Buzzi
Profesor Emérito y Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
* Dr. Juan Krauss Sociedad Argentina de Cardiología
* Fundación Conex
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