Médico Cirujano austríaco nacido el 15 de enero de 1885 en Wolfurt y fallecido el 20 de enero de 1973 en Viena.
Sus padres eran artesanos. Böhler manifestaba su deseo de ser cirujano desde los 5 años de edad, desde pequeño solía hacer disecciones de pajaritos y ardillas. El 6 de Diciembre de 1896, una imagen de rayos X de la mano de la esposa de Wilhelm Röntgen, publicada en la revista «Das interessante Blatt», llamó su atención, por lo que la recortó para usarla como separador de libros.
Ese mismo año acudió al colegio Fürsterzbischöfl iche Knabenseminar en Brixen y cursó la secundaria en Bregenz.
Estudió la carrera de medicina en Viena, intercalando el servicio en 1909 en el 4o regimiento de cazadores tiroleses en Bregenz, y se licenció en 1911.
En 1910 conoció a su mujer, que era enfermera en el Hospital de Bregenz donde se entrenaba.
En 1911 embarcó en un mercante que hizo la ruta por América del Sur.
A su regreso trabajó en la segunda clínica quirúrgica de Viena, con Julius Hochenegg, asistiendo asimismo en Bolzano, entonces del Imperio austro-húngaro, hoy Tirol del Sur (Italia), y también en Tetschen, junto al Elba.
En 1914 asistió al Congreso Internacional de Cirugía, en Nueva York, donde conoció a Lambotte y todo su trabajo en la reparación de las fracturas, efectuando una corta estancia en la Clínica Mayo, en Rochester.
Fue Charles Horace Mayo quien le envió a conocer los centros de fracturas en Londres y Liverpool.
Mayo le dio una carta de recomendación para que visitara a Arbuthnot Lane en Londres, uno de los principales cirujanos de trauma óseo en Europa pero el inicio de la Primera Guerra Mundial hizo imposible esta visita.
Böhler trabajó como cirujano en el Divisions-Sanitäts-Anstalt Nr. 8 der Tiroler Kaiserjäger y después en un hospital militar en Bozen para heridos menores.
Aunque al principio no estaba autorizado para tratar fracturas, su buen comportamiento y resultado con los demás pacientes le permitieron iniciar el manejo de fracturas en esa institución. Ahí fue donde Böhler pudo desarrollar sus más grandes aportaciones: todos los procesos se estandarizaron y se dividieron por especialidad, se crearon registros para análisis posterior, se clasificó a los pacientes por tipo de lesión y aquellos pacientes que podían hacer alguna actividad ayudaban en labores del hospital; todo esto derivado de lo que Böhler había observado: el caos que sucedía en otros hospitales militares donde los pacientes eran manejados de forma desorganizada, lo que dificultaba su tratamiento.
En 1918, por un corto período de tiempo estuvo prisionero en Italia, ahí sirvió como médico asesor.
Al terminar la contienda entró en contacto con la Mutua General Laboral (Allgemeinen Unfallversicherungsanstalt, AUVA) con objeto de desarrollar un hospital específico para el tratamiento de los accidentes de trabajo en Viena, para lo cual presentó un trabajo estadístico sobre las ventajas económicas de un centro dedicado a resolver los traumatismos.
Mientras trabajaba en Brixen fue desarrollando esta idea hasta que, finalmente, en 1925, se inauguró el famoso Unfallkrankenhaus de la Webergasse. Como sucede habitualmente, la medicina vienesa no recibió con agrado un centro reconocido para el tratamiento de las fracturas y se hablaba irónicamente de los Böhlerboys.
En la etapa nacional-socialista fue miembro del partido y uno de los firmantes del manifiesto de Viena, donde se declaraba que ningún profesor era perseguido por su raza o religión.
Durante la Segunda Guerra Mundial, tras la anexión de Austria a la Alemania nazi, sirvió para la Wehrmacht en el Wiener Rudolfspital. Al terminar la contienda, en una Viena ocupada por las potencias aliadas, perdió su cargo académico en la universidad, que recuperaría poco después, en 1947.
Böhler publicó en 1929 la primera edición de su famoso tratado sobre el tratamiento de las fracturas, que fue traducido a ocho idiomas, con numerosas ediciones, donde anunciaba sus conceptos de la carga parcial temprana y la aplicación de la terapia física en los traumatismos, así como una correcta y precisa técnica de enyesado. Para conseguir y mantener la tracción en una extremidad fracturada, Böhler añadió poleas y pesos a la férula de Braun, por lo que está técnica pasó a ser conocida como tracción de Böhler- Braun. Además, desarrolló numerosos instrumentos para tratar las fracturas que hoy han caído en desuso.
Una de sus aportaciones más conocidas es el desarrollo de una medición radiográfica (ángulo de Böhler) que permite determinar el grado de hundimiento de la superficie articular de una fractura del calcáneo.
Böhler recibió múltiples condecoraciones y fue miembro de 33 asociaciones internacionales, además de haber participado aproximadamente en 400 trabajos científicos.
Desarrolló principios de tratamiento para las fracturas:
Objetivo:
• Salvar la vida
• Salvar la extremidad
• Salvar la función
Esto lo logró a través de:
• Diagnóstico temprano
• Manejo del dolor
• Inmovilización del segmento lesionado
• Movilización del resto de la extremidad sin provocar dolor
* Trauma - Vol 23 N° 4 - Fundación Mapfre
* Fernández-Vázquez JM - Camacho-Galindo J. - Ayala-Gamboa U. // Centro Médico ABC Sta. Fe // México
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