lunes, 14 de noviembre de 2022

DR. AURELIANO MAESTRE DE SAN JUAN

Podemos decir que la actividad en torno a la patología y la medicina interna en España durante la primera mitad del siglo XIX dependió de la asimilación de las aportaciones del extranjero. La histología y la histopatología cobraron fuerza en allí tras la revolución de 1868; en el periodo anterior apenas es posible encontrar publicaciones sobre el tema. 
En la tarea colaboró la generación de anatomistas nacida hacia 1810 que fue capaz de recuperar los hábitos del trabajo científico que tan descuidados habían estado por una serie de circunstacias sociales, políticas, económicas, etc. Uno de estos fue Aureliano Maestre de San Juan.
Abogado y médico histólogo español, nació en Granada el 17 de octubre de 1828.
Bachiller a los trece años, hizo los estudios de Medicina en Granada y desde 1844 en Madrid, licenciándose en 1847 y siendo muy pronto doctor. 
Su formación académica la inició como ayudante del conservador anatómico en la Facultad madrileña y su dedicación a la anatomía con el doctor Viñals y Rubio.
En la Facultad de Medicina de Granada fue profesor sustituto en la cátedra de Fisiología (1852) y del primer curso de Clínica Médica. 
En 1857 obtuvo la plaza de profesor clínico que desempeñó durante tres años; compartió el quehacer como anatomista con labor clínica en los servicios de medicina interna y cirugía, especializándose como oftalmólogo. 
En 1860 obtuvo la cátedra de Anatomía General y Descriptiva en la Universidad de Granada, estableciendo un laboratorio donde se inició en la investigación histológica. Tras un intento, frustrado, de incorporarse al cuerpo docente de la Universidad Central, fue nombrado en 1873 titular de la cátedra de Histología creada en Madrid como disciplina optativa del doctorado, convertida en enseñanza obligatoria en 1875 y en 1886 incorporada a los estudios de licenciatura. 
Maestre de San Juan fundó en la cátedra un laboratorio de estudios histológicos en el que cumplió su labor científica hasta que un grave accidente, (la rotura de un frasco con soda cáustica salpicó sus ojos) que le privó casi totalmente de la vista, le obligó a abandonar el quehacer académico en 1888.
La labor científica en el hasta entonces inexplorado campo de la Histología Normal y Patológica en España, que Maestre de San Juan había iniciado en Granada, la continuó con mayor rigor y mejores medios en Madrid, convirtiéndose su laboratorio en centro donde se formó la primera promoción de histólogos españoles, entre ellos Leopoldo Gómez García y Manuel Tapia Serrano.
En el laboratorio de Maestre de San Juan vio Cajal las primeras piezas histológicas cursando el doctorado (1877). Menos fortuna tuvo la creación de una Sociedad Histológica. 
Maestre de San Juan amplió estudios y completó su formación realizando sucesivas estancias en centros científicos europeos entre 1863 y 1867; contribuyó a su orientación vocacional la obra del histólogo venezolano Eloy Carlos Ordóñez, discípulo en París de Charles Robin; la influencia francesa en Maestre de San Juan es indudable, sumándose a ella posteriormente su conocimiento de la obra de Rudolf Virchow. 
Maestre de San Juan no realizó hallazgos importantes como histólogo, pero se le deben observaciones originales, siendo decisivo su magisterio en la difusión e implantación académica de la Histología. Su labor científica y docente le fue reconocida con el ingreso en 1885 en la Real Academia Nacional de Medicina.
Su obra escrita es diversa; en una primera etapa de su vida profesional, su actuación clínica, médica y quirúrgica se refleja en publicaciones sobre temas diversos recogidos en prensa profesional. 
Participó en la lucha contra la epidemia colérica de 1854 y de aquella experiencia dejó constancia escrita. Son de mención especial sus estudios sobre tisis pulmonar, citados en la obra de Churchill (París, 1864); de 1859 es su trabajo sobre fiebres intermitentes; su más valiosa contribución como clínico la constituye la descripción (1856) de un cuadro clínico de anosmia acompañado de un síndrome hipogenital. Tradujo (1849) el tratado de Anatomía Topográfica de Petrequin, enriqueciéndolo con numerosas aportaciones personales, y el tratado de enfermedades venéreas de Vidal de Casis.
A la definitiva implantación de la Histología Normal y Patológica en España contribuyó Maestre de San Juan, contando su personal labor docente e investigadora, con importantes textos enriquecidos con iconografía fruto de sus dotes artísticas. Su Tratado de Anatomía General (1872) desarrolla con amplitud lo que expuso como programa en la oración académica “Origen, estado actual y porvenir de la Anatomía general” (Granada, 1871).
Describe el campo del saber morfológico al que confirió rango científico Bichat, y de Virchow recoge
lo que denomina “elementología”; completa el contenido de la obra una extensa explicación de las estructuras orgánicas cuyo conocimiento hace posible el recurso técnico del microscopio, aparato que describe y explica con detalle los procederes técnicos en este campo de pesquisa. 
Diferenciada ya como disciplina científica, Maestre de San Juan hace una nueva exposición de la Histología normal y patológica en una obra que editó en 1879 y recompuso, actualizando su contenido, en 1885. En este año, en su discurso de ingreso en la Real Academia de Medicina, Maestre de San Juan parece anticipar la obra de Cajal al defender la idea de “por la histología hemos de llegar a una legítima y exacta interpretación de todo lo concerniente a la estática del tejido nervioso”. 
Cajal se refiere a la impresión que le produjo esta relación inicial en los siguientes términos: "Sugestionado por algunas bellas preparaciones micrográficas que el doctor Maestre de San Juan y sus ayudantes (el doctor López García, entre otros) tuvieron la bondad de mostrarme, y deseoso por otra parte de aprender lo mejor posible la anatomía general, complemento indispensable de la descriptiva, resolví, a mi regreso a Zaragoza, crearme un laboratorio micrográfico". 
Otro de los que frecuentó el grupo fue Leopoldo López García, quien más tarde se formó con Ranvier en París, fue ayudante de Maestre en Madrid y obtuvo después la cátedra de histología de Valladolid.
En un discurso pronunciado en el Senado por el catedrático de Anatomía Julián Calleja, dio forma a esta exacta valoración de la obra histológica de Maestre de San Juan: “A él se deben los primeros estudios serios de este dificilísimo ramo del saber en nuestra patria”.
Describió en 1856 en la revista Siglo Médico el caso de un joven al que practicó la necropsia. Llamaba la atención en el cadáver la existencia de un hipogenitalismo y al hacer la disección del encéfalo descubrió la inexistencia de bulbos olfatorios. No contento con una mera descripción morfológica y, según describe, “con objeto de utilizar para la ciencia este notabilísimo caso", contactó con una hermana del joven fallecido quien confirmó su sospecha de que a lo largo de su vida no había conocido la sensación de oler. Esto es, padecía anosmia. 
De esta forma quedó plasmada en la literatura científica la primera descripción del síndrome de hipogonadismo hipogonadotropo idiopático con anosmia.
Ochenta y ocho años después de esta primera publicación Joseph Kallmann, psiquiatra de origen alemán que trabajaba en Estados Unidos, describió algunas familias con este trastorno y, por ello habitualmente la literatura médica se refiere al hipogonadismo hipogonadotropo idiopático con anosmia como síndrome de Kallmann.
Es entendible que una revista médica editada en Madrid en pleno siglo XIX y publicada en español tuviera poca difusión fuera de las fronteras de España, por lo que la descripción de Maestre de San Juan pasó desapercibida para la ciencia médica mundial.
El Dr. Maestre de San Juan murió en Alicante, España, el 1 de junio de 1890. 
Como hecho muy curioso, durante su estancia en Granada, había también cursado la carrera de Derecho e incorporado al Colegio de Abogados granadino en 1867. Su actividad como tal fue corta y de escasa notoriedad.

Obras:
¿Qué causas conducen al hombre a poner fin a su vida? ¿Qué medios podrán evitar el suicidio y combatir la perniciosa tendencia que obliga a realizarlo? Tesis leída en la Universidad Central, Madrid, Imprenta del Colegio de Sordo-Mudos y de Ciegos, 1851.
Consideraciones sobre la anatomía de los ganglios nerviosos (discurso leído ante la Universidad de Granada), Granada, M. Puchal, 1860.
El hipocratismo ha sido constantemente la doctrina de los médicos españoles, discurso inaugural pronunciado en la [...] apertura de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Granada, Granada, Imprenta de Juan María Puchol, 1864.
Tratado de Anatomía General [...] precedido del conocimiento y manejo del microscopio, de la preparación y conservación de objetos micrográficos, Madrid, 1872; con J. Ustáriz y Escribano, Discursos leídos en la solemne inauguración de la sociedad Histológica de Madrid celebrada el día 22 de febrero de 1874, Madrid, Imprenta de R. Labajos, 1874.
Tratado de Histología normal y patológica, precedido de un resumen de técnica histológica, Madrid, 1879.
Tratado elemental de Histología normal y patológica, precedido de un resumen de técnica de laboratorio, Madrid, Nicolás Moya, 1885.
Discursos leídos en la Real Academia de Medicina de Madrid en la recepción pública de ~ [Contestación de D. Manuel Rico Sánchez], Madrid, Nicolás Moya, 1885.

* Luis Sánchez Granjel - Real Academia de la Historia - España
* “202 Biografías Académicas”, Valentín Matilla Gómez, Real Academia Nacional de Medicina, Madrid, 1987.
* José L. Fresquet. Instituto de Historia de la Ciencia y Documentación (Universidad de Valencia- CSIC). Septiembre, 2002.
* Diario Sanitario, España, 2018

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