Bernhard Riedel fue un cirujano aleman nacido en Laage, Mecklemburgo, el 18 de septiembre de 1846.
Estudió Medicina en Jena desde 1866, pero en 1868 se trasladó a Rostock.
Justo antes de que estallara la guerra franco-prusiana se licenció de urgencia y se fue a Glogau al servicio militar como médico de cuerpo con el grado de cabo, y permaneció en el cuerpo médico hasta el final de la guerra, durante la cual prestó servicio tanto en el frente como en hospitales militares.
Tras la guerra, regresó a Rostock y en 1872 se licenció en medicina, siendo el primero de su promoción.
Se especializó bajo la tutela de eminentes cirujanos de la época, entre ellos Friedrich Sigmund Merkel (1845-1919), Franz König (1832-1910), Bernhard von Langenbeck (1810-1887) y Heinrich Adolf von Bardeleben (1819-1895).
Riedel estudió después con Fischer (probablemente Hermann Eberhard Fischer, 1831-1919).
Tras el nombramiento de F. König como catedrático de cirugía en Gotinga, Riedel regresó a esta ciudad para trabajar con él. Allí estudió la cicatrización de heridas y los derrames articulares y comenzó a interesarse por la cirugía gástrica y la colelitiasis.
De 1877 a 1881 Riedel fue Dozent de cirugía en Göttingen.
En 1881 fue nombrado médico jefe del departamento quirúrgico del Städtisches Krankenhaus de Aquisgrán, y en 1888 sucedió a Heinrich Braun (1847-1911) como ordinario de cirugía y director de la clínica quirúrgica de Jena.
Es recordado principalmente por la descripción que realizó de una enfermedad inflamatoria de la tiroides en la que este adquiere una consistencia muy dura al tacto. Publicó un artículo en 1896 sobre el tema, presentando 2 casos.
El trastorno se conoce en su honor como tiroiditis de Riedel o enfermedad de Riedel.
En el año 1888 realizó por primera vez la operación denominada coledocoduodenostomia, que consiste en practicar la unión entre el colédoco y el duodeno, sin embargo pese a todos sus esfuerzos, el paciente falleció por peritonitis biliar.
Riedel fue uno de los pioneros en el tratamiento quirúrgico de la apendicitis y abogó firmemente por "la operación precoz más temprana". Fue el primero en demostrar que el absceso, que se produce tras una apendicitis, puede extirparse con una incisión en la cavidad abdominal libre sin peligro para el paciente, siempre que no se haya extendido demasiado.
A finales de su vida, tuvo que sufrir la amputación de una pierna a la altura de la rodilla como consecuencia de una dolorosa afección secundaria a la aterosclerosis. A pesar de ello, reanudó plenamente sus actividades cuando estalló la Primera Guerra Mundial en 1914, pero murió de cáncer de pulmón el 12 de setiembre de 1916 en Jena.
* Ciencia
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