Médico y radiólogo francés, nacido el 23 de junio de 1872 en Marsella.
Comenzó sus estudios de medicina en su ciudad natal, pero los completó en París, donde emprendió estudios de investigación serodiagnóstica en inmunología con Georges-Fernand-Isidore Widal (1862-1929).
Como estudiante colaboró estrechamente con hombres como Henri-Alexandre Danlos (1844-1912), Charles Emile Troisier (1844-1919), Édouard Brissaud (1852-1909) y Fulgence Raymond (1844-1910), de los que recibió la mayor influencia, sobre todo Brissaud, que le orientó hacia la neurología. Se convirtió en externo en 1894 e interno 1895, M.D. en 1899.
Sicard fue nombrado jefe de clínica en 1901, médecin des hôpitaux en 1903 y agrégé en 1907.
En 1910 fue nombrado jefe de servicio del Hôpital Necker y en 1923 profesor de patología interna en la facultad de París.
Durante la Primera Guerra Mundial dirigió el centro neurológico de la XV región. Fue apodado «El curandero del dolor» a raíz de sus trabajos sobre los mecanismos del dolor y las estrategias terapéuticas que desarrolló a partir de ellos.
Ya en su época de estudiante, Sicard se había familiarizado con los métodos de investigación serodiagnóstica. Se interesó mucho por las técnicas diagnósticas y terapéuticas que implicaban inyecciones directas. Introdujo la inyección de soluciones esclerosantes para las varices y las inyecciones de alcohol para el alivio de la neuralgia del trigémino.
Con su alumno Jacques Forestier (1890-1978), Sicard introdujo el uso del aceite yodado radiopaco (lipiodol).
La introducción de esta inyección en el líquido cefalorraquídeo supuso un brillante avance en las técnicas de diagnóstico y localización de las neoplasias intraespinales. Reconoció sus posibilidades en el uso de otras situaciones como las vías sinusales y los trastornos uretrales, la broncografía e incluso la demostración de trombos intraarteriales. También fue uno de los primeros en interesarse por las posibilidades de la neumoencefalografía.
Tras una cena de la que fue anfitrión y en la que había estado inusualmente efervescente, desarrolló una angina de pecho y sugirió la inyección del ganglio simpático con novocaína. Murió el 28 de enero de 1929 en París, antes de que pudiera llevarse a cabo.
Junto con Frédéric Justin Collet (1870-1966), a Sicard se le atribuye la identificación del síndrome de Collet-Sicard, un trastorno en el que un traumatismo en el cuello, como una fractura de Jefferson, causa daño a los nervios craneales.
* Ciencia
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