jueves, 7 de noviembre de 2024

DR. AMBROISE PARÉ

Ambroise Paré, nacido en 1510 en Bourg-Hersent, fue un médico francés, uno de los cirujanos más notables del Renacimiento europeo, considerado por algunos historiadores médicos como el padre de la cirugía moderna.
Los humildes orígenes de Ambroise Paré no le permitieron adquirir una formación académica al uso. Un sacerdote le enseñó a leer, pero nunca aprendió ni griego ni latín. El destino más habitual de los más pobres era ingresar en el ejército o en el clero, pero Ambroise empezó su carrera profesional como aprendiz de cirujano-barbero. Estos profesionales también eran conocidos como "cirujanos de bata corta" para distinguirlos de los llamados "médicos de bata larga", cuyo titulo les permita ejercer la medicina. El de cirujano-barbero era un oficio de muy poco prestigio y a él se dedicaban individuos que tanto afeitaban barbas y cortaban cabellos como hacían sangrías, frenaban hemorragias, curaban las heridas e incluso arrancaban muelas.
A los 17 años, Paré se trasladó a París, donde pronto se convirtió en aprendiz de cirujano-barbero en el Hôtel-Dieu, un importante hospital fundado en el siglo VII donde trabajó entre los años 1533 y 1536. Las condiciones higiénicas de la institución dejaban (por otra parte, como todas en la época) mucho que desear: los enfermos hacinaban sin discriminación de sexo y las operaciones se llegaban a realizar en los pasillos, sin las más elementales medidas de higiene. Los recursos disponibles para los médicos eran muy escasos y la gravedad de las heridas causadas por las armas de guerra era tanta que los cirujanos se veían en la necesidad de operar sin anestesia y, como era de esperar, no podían prevenir las infecciones derivadas de las mismas.

Pintura del siglo XIX de Jean-Baptiste Bertrand que muestra a Ambroise Paré atendiendo a un enfermo. 


Paré aprendió cirugía por su cuenta y riesgo, atendiendo a los heridos que llegaban del frente. Finalmente, durante su estancia en el Hôtel Dieu, los barberos-cirujanos por fin fueron incorporados al sistema educativo de la Universidad de París, lo que les permitió poder asistir a las conferencias sobre anatomía y cirugía que se impartían en la Facultad de Medicina. Gracias a ello, Paré pudo optar a examinarse para ejercer como cirujano-barbero y recibir, de esta manera, el reconocimiento por parte de la universidad. 
Tras su titulación, Paré fue contratado para servir como cirujano militar de las tropas francesas durante la campaña de Italia. Durante sus años de servicio en el ejército, el flamante médico nunca se negó a atender a ningún herido fuera del bando que fuera.
En 1552 había ganado tanta popularidad que se convirtió en cirujano del rey; sirvió a cuatro monarcas franceses: Enrique II, Francisco II, Carlos IX y Enrique III.
Se dice que estuvo con el médico y anatomista Andrés Vesalio cuando se produjo la muerte del rey Enrique II, al que no pudo salvar la vida después de que una lanza le atravesase un ojo durante un torneo (tampoco podría salvar posteriormente la de su hijo y sucesor, Francisco II, que murió a los 16 años).
La vida en el ejército proporcionó a Paré una enorme experiencia en el tratamiento de heridas por arma de fuego. En aquella época, y debido a su corto alcance, las armas de fuego se disparaban a muy poca distancia del objetivo. Por eso existía la creencia de que las heridas, al estar impregnadas de pólvora, envenenaban la sangre. 
Para tratarlas, normalmente se utilizaba aceite de saúco para calmar el dolor, pero durante la batalla de Vilaine el aceite se terminó y Paré tuvo que improvisar un remedio: preparó un ungüento elaborado con yema de huevo, aceite de rosas y trementina que actuó como sustituto con gran éxito.
Aunque Paré también ideó tratamientos mucho más revolucionarios. En la batalla de Dauvilliers, el médico realizó por primera vez una complicada ligadura de arterias en los muñones de los miembros amputados mediante unos fórceps y puntos de sutura. 
A pesar de que esta técnica era conocida (pero poco aplicada debido a la dificultad que entrañaba) normalmente las amputaciones se cauterizaban con un hierro al rojo vivo, algo que era muy traumático para el herido, además de ser poco efectivo.
Algún tiempo después, informó de sus hallazgos en El método de tratar las heridas hechas con arcabuces y otros bastones de fuego (1545), que fue ridiculizado porque estaba escrito en francés en lugar de en latín. 
En 1553, publicó la segunda edición de esa misma obra y en 1561, Anatomie universelle du corps humain, además de otros ensayos acerca del tratamiento de las heridas y de otras enfermedades. 
Un ejemplo de su habilidad médica tuvo lugar durante la toma de Calais en 1559. Paré asistió al duque de Guisa que había recibido una herida mortal. Desahuciado por sus propios médicos, aun así estos no querían que Paré le tratase, puesto que no aceptaban que un cirujano no académico pudiera hacer algo que ellos no podían. Finalmente, Paré consiguió salvarle la vida.
Paré jugó también un papel muy destacado en el campo de la obstetricia, afirmando que era posible dar la vuelta al niño antes del parto cuando el feto venia del revés. También mejoró la técnica para extraer proyectiles y utilizó tubos para drenar abscesos.
Otra de las innovaciones de Paré que no obtuvo una aceptación médica inmediata fue su reintroducción de la ligadura de grandes arterias para reemplazar el método de quemar los vasos con hierros candentes para controlar las hemorragias durante la amputación .
A diferencia de muchos cirujanos de su tiempo, Paré recurrió a la cirugía sólo cuando la consideró absolutamente necesaria. Fue uno de los primeros cirujanos en descartar la práctica de castrar a los pacientes que requerían cirugía por una hernia. 
Introdujo la implantación de dientes, miembros artificiales y ojos artificiales hechos de oro y plata. 
Inventó muchos instrumentos científicos, popularizó el uso del braguero para las hernias y fue el primero en sugerir la sífilis como causa de aneurisma.
Pero Paré también estuvo interesado en disciplinas muy distintas a la medicina. Una de sus pasiones posiblemente menos conocida es su fascinación por los fenómenos de la naturaleza. 
Uno de sus estudios más peculiares fue la obra Des Monstres et Prodiges (Los monstruos y Prodigios), publicada en 1575, en la que describe con todo lujo de detalles diversas criaturas extrañas, horripilantes y contra natura de las que tenía conocimiento y oía hablar (esto suscitó la ira de la Facultad de Medicina ya que consideraban que atentaba contra las buenas costumbres). 
Ambroise Paré tuvo una vida larga y fructífera, ya que murió por causas naturales e20 de diciembre de 1590, a los 80 años, en París, tal vez sabiendo que había revolucionado la cirugía para siempre.

* Enciclopedia Británica
* J. M. Sadurní (Especialista en actualidad histórica) - National Geographic - 2022

No hay comentarios.:

Publicar un comentario