martes, 4 de febrero de 2025

DRA. FRANCES OLDHAM KESLEY

La doctora Kelsey fue una de las figuras clave para que en EE.UU. se aprobaran una serie de regulaciones que garantizaron que los fármacos que se ponían a la venta fueran seguros y efectivos. Su obcecación fundada (había estudiado ciencias y medicina, y era farmacóloga) para que se siguieran las normas, evitó una catástrofe como la que se dio en Europa y otros países con la talidomida. 
Aún así hubo casos, lo que puso de manifiesto que era necesario un mayor nivel de exigencia en el control de los nuevos medicamentos que salían a la venta. Miles de afectados recibieron indemnizaciones décadas después. 
Por ejemplo, la Asociación de Víctimas de la Talidomida, calcula que España, por la ocultación del problema durante años y porque se retrasó la retirada del fármaco más que en otros países, pudo ser uno de los más afectados. Pudo haber unas 3.000 víctimas. De todos, parece que solo 24 de ellos han recibido indemnización. Son casos que han podido demostrar clínicamente que sus malformaciones respondían a un tratamiento con talidomida.



Nacida el 24 de julio de 1914 en la isla de Vancouver (Columbia Británica), hija de un oficial del Ejército británico que se retiró en Canadá. Su madre enseñó a su hermano mayor a leer y escribir de lo que ella también se benefició.
Obtuvo la licenciatura y el máster en Ciencias por la Universidad McGill de Montreal en 1934 y 1935. 
Quiso hacer la maestría en bioquímica, pero ya no quedaba ninguna vacante. Entonces le recomendaron que la hiciera en farmacología. Allí el profesor Raymond Stehle estaba trabajando en el lóbulo posterior de la pituitaria. La aceptó como estudiante de posgrado. Con él estudió el efecto de la pituitaria posterior en el balance hídrico de las ranas. 
Continuó trabajando con Stehle, que le pagaba 50 dólares al mes como asistente, hasta que encontró algo mejor.
En 1938 se doctoró en la Universidad de Chicago, donde enseñó de 1938 a 1950. 
La Dra. Frances Oldham se casó en 1943 con el Dr. Fremont Ellis Kelsey, profesor de la Universidad de Chicago. Sus dos hijas nacieron mientras ella se licenciaba en medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Chicago.
La Dra. Kelsey trabajó después como asociada editorial en la American Medical Association antes de enseñar farmacología en la Universidad de Dakota del Sur de 1954 a 1957. 
Allí ejerció de médico general de 1957 a 1960. 
También hizo un viaje a Chicago para aprender y familiarizarse con el uso de radioisótopos. 
Para obtener la licencia se requería que un médico hubiera ayudado en el tratamiento o diagnóstico de un cierto número de pacientes y que se hubiera familiarizado con el cálculo de dosis y cosas por el estilo. Fue la primera persona en el estado de Dakota del Sur en obtener esa licencia
También investigó la relación de la glándula tiroides con la enfermedad mental en una institución para este tipo de enfermos. 
Trabajó con yodo radiactivo y observó que algunos enfermos presentaban una alta captación de yodo sin mostrar signos de hipertiroidismo. Se trataba de una zona donde había bocio y nunca habían utilizado sal yodada. También volvió al estudio de la glándula pituitaria, esta vez con castores. 
Por último, sustituyó a algún médico cuando este se tenía que trasladar fuera o se encontraba enfermo y no podía atender a sus pacientes. En la década de los años 50 los médicos escaseaban en las zonas más aisladas. Según confiesa Kesley, aprendió mucho con el ejercicio profesional y pudo ver enfermedades comunes, cosa que no había hecho mientras estudiaba.
En la década de los cincuenta obtuvo la doble nacionalidad de Canadá y de los Estados Unidos. No obstante, hizo frecuentes viajes a Canadá donde se encontraba su familia.
En 1960 se trasladó a Washington, D.C., y comenzó su larga y distinguida carrera en la Food and Drug Administration, donde más tarde fue jefa de la División de Nuevos Medicamentos, directora de la División de Investigaciones Científicas y adjunta de Asuntos Científicos y Médicos de la Oficina de Cumplimiento.
La Dra. Frances Kelsey se posicionó en contra de la talidomida durante su primer mes en la Food and Drug Administration, en su primera misión. Se suponía que la tarea era una revisión sencilla de un somnífero ya ampliamente utilizado en Europa, pero a Kelsey le preocupaban algunos datos que sugerían efectos secundarios peligrosos en pacientes que tomaban el fármaco repetidamente. 
Mientras seguía sin dar su aprobación, los fabricantes intentaron por todos los medios eludir su criterio.
En noviembre de 1961, empezaron a aparecer informes en Alemania y el Reino Unido de que las madres que habían tomado talidomida durante el embarazo estaban teniendo bebés con graves defectos congénitos. 
La Dra. Helen Taussig se enteró de la tragedia por una de sus alumnas y viajó a Europa para investigar. Al testificar ante el Senado, Tauusig pudo ayudar a Kelsey a prohibir definitivamente la talidomida en Estados Unidos. Al menos 4.000 niños europeos se vieron afectados por el fármaco, pero gracias a la rigurosa profesionalidad de Kelsey se evitó una tragedia similar en Estados Unidos.
El 7 de agosto de 1962, el Presidente John F. Kennedy concedió a Frances Kelsey el más alto honor otorgado a un civil en Estados Unidos, el President's Award for Distinguished Federal Civilian Service. Fue la segunda mujer en recibir este galardón. 
Kennedy reconoció: "Su excepcional juicio a la hora de evaluar la seguridad de un nuevo fármaco para uso humano ha evitado una gran tragedia de malformaciones congénitas en Estados Unidos. Gracias a su gran capacidad y a la firme confianza en su decisión profesional, ha contribuido de forma sobresaliente a la protección de la salud del pueblo estadounidense".
Kelsey ayudó a dar forma y hacer cumplir las enmiendas a las leyes de regulación de medicamentos de la FDA para institucionalizar la protección del paciente en las investigaciones farmacológicas. Esta normativa exigía que los fármacos demostraran ser seguros y eficaces, que se obtuviera el consentimiento informado de los pacientes cuando se utilizaran en ensayos clínicos y que se notificaran las reacciones adversas a la FDA. 
En 1995, la ciudad de Mill Bay (Columbia Británica) honró a la Dra. Kelsey poniéndole su nombre a la Escuela Secundaria Frances Kelsey. 
En 2000, Kelsey ingresó en el Salón Nacional de la Fama de la Mujer y en 2001, a la edad de 87 años, se convirtió en Mentora Virtual de la Asociación Médica Americana.
En 2014 Kelsey cumplió 100 años y se mudó de Washington a London, Ontario, para vivir con su hija. 
En junio de 2015, cuando fue nombrada miembro de la Orden de Canadá, Mercedes Benegbi, víctima de la talidomida y directora de la Asociación de Víctimas de la Talidomida de Canadá, elogió a Kelsey por mostrar fuerza y coraje al negarse a ceder a la presión de la compañía farmacéutica y funcionarios, y dijo “Para nosotros, ella siempre fue nuestra heroína, incluso si lo que hizo fue en otro país”.
Murió el 7 de agosto de 2015 en London, Ontario a los 101 años.

* José L. Fresquet Febrer. Universitat de València, España. Diciembre, 2021.
* National Institutes of Health - 2015

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