miércoles, 26 de enero de 2022

DR. SIMEON HAYDEN GUILFORD

Las últimas tres décadas del siglo XIX pueden considerarse el comienzo de la ortodoncia como un tipo especial de odontología. Odontólogos dedicados dieron especial atención e importancia a esta fase de la odontología. A pesar de que la ortodoncia estaba incluida en la odontología operativa, la especialidad comenzó a surgir. Fue la experiencia de los dentistas que poseían habilidades exquisitas en odontología mecánica y un conocimiento de ciencias básicas como la anatomía, la patología y la fisiología lo que forjó una nueva era en la ortodoncia.
Entre ellos figuraba Simeon Hayden Guilford de Pensilvania. 
Descendiente de una familia inglesa que llegó al nuevo continente a mediados del siglo XVII para asentarse en Boston, Massachussets, nació el 11 de abril de 1841 en la localidad de Lebanon, Pensilvania. Su padre, del mismo nombre, fue un reputado ingeniero, autor de celebradas obras de construcción civil.
Después de recibir su educación primaria en las escuelas públicas de su lugar natal y en la Lititz Pensilvania Academy, se graduó en 1861 en el Franklin and Marshall College como bachiller en artes y, en este mismo lugar, varios años después y ya implicado de lleno en otras actividades muy destacadas, continuaría sus estudios para egresar con más altas titulaciones, como la de doctor en filosofía que ganó en 1886. 
Enseñó en la escuela durante 1 año y luego se ofreció como voluntario en la Guerra Civil donde fue asignado a la Infantería de Voluntarios de Pensilvania. 
Reclutado en 1863, se matriculó en la Facultad de Odontología de Filadelfia y se graduó en el reputado Pennsylvania College of Dental Surgery en 1865 con el grado de doctor en cirugía dental.
Comenzó su práctica en Lebanon, Pensilvania, pero después de unos años se mudó a Filadelfia.
Durante su estancia allí practicó algunos años en uno de sus suburbios, Lansdowne, y tuvo por vecinos a dos importantes figuras de la odontología de aquellos lugares, el doctor Edward C. Kirk, decano del Dental Department, y el doctor Edwin T. Darby, profesor de operatoria dental del mismo centro, en la Universidad de Pensilvania.
En poco tiempo fue reconocido como un practicante distinguido. 
En 1881 fue designado para ocupar la cátedra de odontología quirúrgica y protésica y ortodoncia en su alma mater. Ocupó ese cargo durante 15 años, hasta que fue elegido decano del colegio. 
Como autor científico, además de las contribuciones aparecidas en varias revistas profesionales de su época, hay que nombrar su trabajo "El Óxido Nitroso. Sus propiedades, métodos de administración y efectos", editado en 1887. 
Igualmente, contribuyó con sendos capítulos sobre ortodoncia, anomalías dentofaciales e hipercementosis en los siguientes repertorios: The American System of Dentistry (1886), y The Textbook of Operative Dentistry (1900, 1903 y 1905), en el que lo hizo, dando cuenta una vez más de su amplio dominio de los muchos campos de la ciencia dental, disertando sobre preparación de cavidades.
A pedido de la Asociación Nacional de Facultades de Odontología, escribió el primer libro de texto sobre ortodoncia, titulado "Orthodontia, Malposition of Human Teeth, its Preservation and Remedy". Publicado en 1889, su popularidad está atestiguada por el hecho de que se reimprimió en cuatro ediciones y se tradujo a varios idiomas extranjeros.
Uno de los fundamentos que defendió fue su clasificación de la maloclusión. 
Al revisar los intentos anteriores de clasificación, los encontró inadecuados. Propuso uno que intentaba un nuevo enfoque, un concepto que no estaba vigente en ese momento. Distinguió dos tipos de maloclusión, cada uno basado en el desarrollo de la dentición. Tipo I, o maloclusión en desarrollo, y Tipo II, dentición completamente desarrollada con maloclusión. Cada tipo tenía sus recomendaciones para el posicionamiento de los dientes.
Brevemente, el Tipo I se ocupaba de las malposiciones labiales, linguales, mesiales y distales; extrusión e intrusión; y doble torsión. El tipo II incluía malposición de los dientes anteriores, protrusión superior e inferior, retrusión superior con normal inferior y viceversa, protrusión bimaxilar y no oclusión. 
Sin embargo, hubo críticos que condenaron esta clasificación porque no era definitiva y no ilustraba la maloclusión de los arcos. Además de la clasificación, su libro de texto describía temas como "fuerzas" y "etiología". Las fuerzas consistían en una explicación de expansión, que era tensión, y constricción, que era tracción. La etiología consistía en herencia, falta de desarrollo de los arcos alveolares y maxilares, retención demasiado prolongada o extracción temprana de dientes temporales, dientes supernumerarios y gigantismo, la influencia en el cuerpo de modos de vida y hábitos artificiales.
Su libro de texto fue la base para un curso de ortodoncia impartido en su alma mater. Fue el primer curso de este tipo impartido en este país.
Fue uno de los pocos autores que trató la ortodoncia de manera integral, particularmente en la formulación de ciertos principios fundamentales. Debe recordarse que, aunque se estaban realizando muchas mejoras en los aparatos y métodos de tratamiento, las causas y los factores relacionados con la maloclusión eran una cuestión de tradición más que de observación e investigación. La maloclusión, tal como se entiende hoy, no fue reconocida. 
Estos primeros practicantes hablaron de "articulación" y hasta ahí se había desarrollado su concepto. Puede decirse que la práctica de la ortodoncia en la época de Guilford estaba más preocupada por las “irregularidades” dentales que por la corrección de la maloclusión.
Pero su buen hacer no quedó circunscrito, en lo profesional, al ámbito universitario sino que ostentó también otros importantes cometidos, como la presidencia de la Pennsylvania State Dental Society, la Odontological Society of Philadelphia, la Philadelphia Academy of Stomatology, el National Institute of Dental Pedagogies, etc.
Igualmente, fue miembro de la American Dental Association y de la American Dental Society of Europe.
En junio de 1915 organizó una unidad y marchó junto a otros tres profesores del Philadelphia Dental College hacia París, con el fin de intervenir durante tres meses en la sección dental del Ambulante Corps al servicio de los heridos de guerra afectados de fracturas maxilofaciales.
El doctor Simeon H. Guilford falleció próximo a los 78 años de edad, un 18 de enero de 1919 tras una breve enfermedad, en el Samaritan Hospital of  Philadelphia.
Durante su generación, la mayoría de los dentistas fueron formados por el método preceptoral. Relativamente pocos recibieron capacitación formal en odontología, su arte y ciencia. Guilford fue uno de esos pocos. Habiendo asistido a la universidad y la escuela de odontología, recibió una formación educativa muy valiosa y amplia. Fueron estos antecedentes y la determinación de ampliar los horizontes de la odontología, y en particular de la ortodoncia, lo que le otorga un lugar distinguido en la historia de la ortodoncia.

* Milton B. Asbell - American Journal of Orthopedic
* Dr. Javier Sanz Serulla - Profesor de Historia de la Odontología - Universidad Complutense de Madrid // Presidente de la Sociedad Española de Historia de la Odontología // Magister en Bioética. Madrid.

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