Otorrinolaringólogo suizo nacido el 9 de diciembre de 1877 en Lucerna.
Fue uno de los pioneros que sacó a la especialidad de una era de indiferencia, a menudo hasta la negligencia, por parte de las facultades universitarias de la época.
Hijo del Dr. Med Gustav Nager, antes de ser asistente en el Instituto de Patología de Zurich, estudió con Bezold en Zurich y con Siebenmann en Basilea donde se doctoró en 1904.
Tras una formación de posgrado allí, fue habilitado para las enfermedades de garganta, nariz y oído en 1908 con la tesis "Estudio estadístico sobre las enfermedades escarlatinosas del órgano auditivo".
A los 31 años regresa a la Universidad de Zurich donde comienza una larga y extenuante campaña para elevar a la Otorrinolaringología al nivel de reconocimiento al que creía que tenía derecho.
Ya en su conferencia inaugural, el 19 de diciembre de 1908, Nager habló sobre "la sordomudez a la luz de las nuevas investigaciones y opiniones", una afección que inspiraría una y otra vez las aportaciones del clínico e histólogo del oído y que estaría cerca de su corazón durante toda su vida.
El joven profesor privado comenzó su labor policlínica en Zurich en la más pequeña de las habitaciones. Con férrea diligencia, una inquebrantable pero siempre cortés determinación y un indestructible optimismo, Nager superó tenazmente muchas dificultades y resistencias.
Creó de la nada su mundialmente famosa clínica otorrinolaringológica.
Hasta poco antes de su jubilación esta clínica estuvo ubicada en una casa particular reformada provisionalmente. Pero en ella, Nager no sólo llevó a cabo el mejor trabajo clínico y formó a numerosos
médicos especialistas; también fue aquí donde el trabajo científico de investigación patológico-anatómica del oído sobre la base de su propia colección histológica, sigue siendo una colección, que aún hoy es única y contiene numerosos tesoros.
En 188 artículos, Nager abordó todos los apartados de su tema especial.
Junto con su colega el profesor Max Meyer, de Würzburg, intentó aclarar la relación de los cambios otoscleróticos con los peculiares procesos de desarrollo de la cápsula laberíntica. Además, los dos investigadores investigaron las enfermedades del sistema óseo y sus manifestaciones en la cápsula del oído interno de los seres humanos, partiendo de la base de que tal vez de este modo podrían encontrarse pistas sobre la causa y el modo de origen de la otosclerosis. Aunque este último objetivo no se alcanzó, las investigaciones de Nager sobre la patología ósea de la cápsula laberíntica constituyen una base insustituible de valor duradero para la futura investigación otológica.
Otro tema principal de la labor científica de Nager son los cambios histológicos del órgano auditivo en la sordera congénita y adquirida.
Posteriormente, en colaboración con J.P. de Reynier, también investigó el
En colaboración con J.P. de Reynier, también resumió el órgano auditivo en las malformaciones congénitas de la cabeza basándose en el material que él mismo había recopilado. Sobre la base de sus propios casos, Nager pudo comprobar repetidamente descubrimientos poco frecuentes, por ejemplo la ectasia del conducto endolinfático, típica del vértigo del oído de Méniere y observada por primera vez por Hallpike en este contexto, en un material histológico más amplio y confirmarlo en varios casos. Nager también pudo demostrar las alteraciones laberínticas propias del síndrome de Gregg en la embriopatía rubeolosa (Bamatter), descritas por primera vez por Carruther y Töndury, en tres casos relevantes de su colección.
Entre las numerosas aportaciones clínicas, merecen especial mención las intervenciones extracraneales de las afecciones hipofisarias y sus éxitos quirúrgicos según la propia experiencia. El abordaje transetmoidal de la hipófisis, elegido por Nager, es ahora el preferido por muchos cirujanos y radiólogos para el alivio del dolor en el carcinoma metastásico de mama.
Por último, Nager se ha ocupado en numerosos artículos de los pacientes que sufren pérdida de audición, la "angustia del hipoacúsico".
Así aparece ante nuestro ojo interior el incansable y bondadoso doctor Nager, totalmente realizado en su tarea. Su aspecto seguro, unido a un optimismo indestructible, infundía confianza y esperanza a los enfermos.
Como ocurre a veces, los logros científicos del profesor Nager fueron reconocidos primero en el extranjero aumentando su reputación internacional, que más tarde le valió reconocimientos con becas honoríficas en la Asociación Otológica Americana y la Asociación Laringológica Americana.
En el curso de su carrera recibió muchos honores. En América fue miembro honorario de la Academia Americana de Oftalmología y Otolaringología y de la Asociación Laringológica Americana.
En el IV Congreso Internacional de Otorrinolaringología celebrado en Londres en 1949, el reconocimiento general de los grandes logros científicos y clínicos de Nager encontró una expresión visible en el raro nombramiento de un suizo como Miembro Honorario del Real Colegio de Cirujanos de Inglaterra. Con ello, Nager alcanzó la cúspide en la escala de honores académicos, aunque la larga lista de membresías honorarias continuó hasta poco antes de su partida.
Los logros científicos, los honores y los cargos se desvanecen; el médico Nager perdurará en la memoria de sus alumnos como un brillante ejemplo.
El Dr. Nager murió el 7 de setiembre de 1959 en Zurich.
* Annals of Otology, Rhinology & Laryngology - 1960
* Obituary - L. Rüedi - 1959
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