La publicación de recientes investigaciones ha permitido redescubrir y revalorizar la contribución científica que el neurólogo friulano Gaetano Perusini aportó al progreso de la ciencia. Había alcanzado fama internacional entre los años 1910 y 1915 cuando, impulsado por un ardiente amor patriótico, se alistó como voluntario en el ejército italiano que acababa de entrar en guerra contra el Imperio austriaco y murió heroicamente en el frente en diciembre de ese año.
Fue recordado en Italia y en el extranjero como un neuropatólogo de talento; durante años su nombre se unió al de Alzheimer para definir la llamada "demencia presenil", pero a partir de 1978 su nombre cayó en el olvido tras la reclasificación de la demencia por el estadounidense Robert Katzman, que eliminó la distinción entre demencia presenil y demencia senil y la definió como "enfermedad de Alzheimer", olvidando y haciendo olvidar el nombre del Dr. Perusini.
De sentimientos patrióticos, fue bautizado por el conde Pietro di Maniago, autor del poema Il Friuli. Compartió los ideales independentistas participando en los levantamientos del 48 (según una carta mecanografiada de Gaetano Perusini jr: "defensa de Venecia y Monte Berico"); en el 66, en colaboración con el mando del ejército italiano, participó en la organización de hospitales para los heridos, de modo que cuando llegaron las tropas, pronto se crearon seis hospitales; inspirador de los manicomios de rama, creó y dirigió varios en la provincia de Udine, lo que le valió elogios públicos, entre ellos la medalla de oro del Jurado de la Exposición Provincial de 1883; en 1870 creó un "centro de vacunación", actualizando los métodos entonces en uso.
Paolina Cumano, su madre, era hija de Costantino, cirujano jefe de Trieste.
Personalidad compleja y rica, conocedor polifacético de muchos temas, coleccionista, numismático, escritor de historias locales, en particular "Viejas memorias de Cormons", administrador y político.
Compró la Villa Delmestri en el centro de Cormons, que amuebló espléndidamente, cuidó sus tierras donde producía vinos finos: picolit, malaga portugués y refosco de Istria.
Cormons se convirtió en su residencia favorita junto con su esposa Isabella Rusconi da Sondrio y sus hijos Paolina en el 40, Giustina en el 42 y su hijo John, un vástago prometedor pero de mala salud, que murió prematuramente.
Debemos recordar a Costantino Cumano en esta ocasión sobre todo porque fue un patriota: en mayo de 1859, durante la Segunda Guerra de la Independencia, fue detenido por los austriacos por actividad subversiva, ya que se sospechaba que dirigía el partido de acción de Mazzini en Gorizia, y llevado a prisión en Graz. El rápido final de la guerra, el armisticio de Villafranca y la consiguiente amnistía salvaron a Cumano, que fue liberado al cabo de cuatro meses.
La muerte de su hijo Juan en 1865 le apenó tan profundamente que se retiró de la vida pública, se fue a Faro, Portugal, a vivir con un hermano, dedicándose a atender a los necesitados, lo que le granjeó la popularidad que le valió el honor de que la comunidad de Faro le erigiera un monumento, tras su muerte en Cormons en 1873.
Las familias Cumano y Perusini eran ambas acaudaladas, ilustradas y tradicionalmente patriotas.
La biografía de Perusini sólo se ha reconstruido recientemente y con dificultad, ya que los archivos familiares se dispersaron o destruyeron, no sólo por la retirada de Caporetto y los bombardeos de la Guerra Mundial, sino también por incursiones posteriores.
Gaetano quedó huérfano de padre a los siete años. Fue su madre, por tanto, quien soportó la carga de criar a sus tres hijos: un ingeniero, un agrónomo y Gaetano, médico.
Gaetano se gradúa en Udine en 1895; se matricula en la Facultad de Medicina de Pisa y, tras cuatro años, va a completar sus estudios a Roma. Acude a la clínica psiquiátrica dirigida por Augusto Giannelli y al "gabinete fisiopatológico" que se hará famoso con Giovanni Mingazzini.
Entabla amistad con Ugo Cerletti, un año y medio mayor que él: será una amistad fuerte, duradera y también científicamente importante. Perusini se licenció muy joven, el 18 de julio de 1901, con una tesis de psiquiatría: "El aparato masticador pasivo en los delincuentes", cuyo texto original encontramos afortunadamente en mayo de 2006 en lo que queda del Archivo General de Estudiantes de la "Sapienza".
Atraído por las correlaciones entre los trastornos psíquicos y las alteraciones del sistema nervioso central, asistió a Mingazzini y estudió a fondo la histología nerviosa aplicando los métodos de Nissl, sin olvidar a Camillo Golgi, que sería Premio Nobel en 1906.
Los medios económicos de la familia le permitieron asistir a los institutos extranjeros más prestigiosos. En el mismo periodo, entre 1903 y 1905, se ocupa del cretinismo endémico desde una perspectiva clínica y social junto con su amigo Cerletti. Durante los meses de verano, cuando los institutos están cerrados, patrulla, a veces de forma aventurera, los valles alpinos, especialmente Valtellina, para la búsqueda sistemática de familias afectadas por el cretinismo. Los resultados clínicos se describen en tres obras ponderosas y ricamente documentadas publicadas entre 1904 y 1906.
No sólo por la demencia es significativa la obra de Perusini.
En 1896 se inician unos años caracterizados por un rotundo progreso de la ciencia y la tecnología (luz eléctrica, radio, conocimiento de las enfermedades y por tanto su prevención con la vacunación y el proceso de pasteurización) y por una lenta recuperación económica favorecida por un comercio cada vez más intenso facilitado por la navegación a vapor y la apertura del Canal de Suez y la industrialización.
Fue un periodo, de 1896 a 1914, de crecimiento cultural y lenta recuperación económica tras las convulsiones y conflictos posteriores a 1848 y la guerra franco-prusiana. En Francia adoptó el significativo nombre de Belle Époque, que también pretendía expresar la esperanza de que, tras las guerras del siglo XIX, el siglo XX sería un siglo de paz.
En la octava edición fechada en 1910 de su fundamental tratado de Psiquiatría, Emil Kraepelin inserta y populariza el concepto de "demencia presenil": una enfermedad que denominó "enfermedad de Alzheimer", epónimo que perduró con este significado hasta la nueva nosografía de Katzman de 1978, diferenciándola de la "demencia senil".
Kraepelin, al describir la nueva enfermedad, habla de casos en plural, de lo que se deduce que necesariamente debía conocer las investigaciones de Gaetano Perusini, aunque no lo mencione; Kraepelin sufría en aquel momento la competencia científica de Freud, su contemporáneo, que en aquel momento era la estrella emergente de la psiquiatría, por lo que es posible que se viera inducido a reconocer la contribución de Alzheimer al que llamó a Múnich, descuidando la del joven y extranjero Perusini.
En 1906 regresó a Múnich para asistir al laboratorio de Alzheimer en el amplio y bien equipado Instituto de Nußbaumstraße dirigido por Kraepelin.
En la tarde del 3 de noviembre del mismo año, Alzheimer presentó en Tubinga el conocido caso de Auguste D. que padecía "una grave enfermedad progresiva característica de la corteza cerebral": la comunicación no tuvo discusión y en las actas sólo se presentó el título y no el texto. El caso se publica con un título modificado ("una enfermedad característica de la corteza cerebral") al año siguiente, 1907, con una descripción principalmente histológica de dos pequeñas páginas.
En ese momento, Alzheimer confió el caso a Perusini para que lo estudiara más a fondo, tal y como éste relató agradecido al comienzo de uno de sus importantes trabajos fechado en 1911.
Obtuvo su cátedra en Clinica delle malattie nervose e mentali en 1910.
Además del citado trabajo de 1911, en el que Perusini describe sus observaciones personales sobre las placas seniles y la degeneración neurofibrilar, es esencial "Ueber klinisch und histologisch eigenartige psychische Erkrankungen des spaeteren Lebensalters" (Sobre los aspectos clínicos e histológicos de una particular enfermedad psíquica de la vejez), fechado en diciembre de 1908, publicado en 1909 e incluido en un volumen que salió de la imprenta en 1910.
Se trata de un trabajo documentado en el que Perusini recoge cuatro casos describiendo minuciosamente sus aspectos clínicos e histológicos. El primero de los cuatro casos es el estudio en profundidad de Auguste Deter comunicado sucintamente por Alzheimer.
Las inferencias posteriores sobre el diagnóstico incorrecto realizado por Perusini en el caso de Auguste Deter, inferencias de que se trataba en realidad de otra enfermedad (leucodistrofia metacromática del adulto), han sido desmentidas por las muy recientes investigaciones genéticas realizadas sobre los hallazgos histológicos conservados.
La obra de Perusini es completa, moderna, muy minuciosa y todavía interesante de leer; fue escrita y publicada antes de la nueva edición (la 8ª, de 1910) del tratado de Kraepelin que hemos mencionado.
Regresó definitivamente a Roma en 1911 con una notoriedad europea, pero sin disponer de un arreglo profesional y académico adecuado: tras diversas vicisitudes, el 1 de mayo de 1913 obtuvo por fin una plaza de asistente titular en el hospital psiquiátrico de Mombello-Milán.
Trabajó duro, pero cuando estalló la guerra, Perusini, de familia patriota, se alistó como voluntario, de incógnito, sin declarar sus cualificaciones. Perusini insistió en permanecer en el frente y fue destinado al puesto de San Floriano del Collio, en las laderas del monte Sabotino, donde, el 28 de noviembre, fue alcanzado por la metralla de una granada de mano enemiga mientras ayudaba a los heridos.
El 8 de diciembre de 1915 murió en el hospital de la Cruz Roja instalado en Cormons, en un edificio propiedad de la familia. Está enterrado en el cementerio local. Fue condecorado con una medalla de plata al valor militar.
Además de en Italia y Europa, Perusini también fue recordado por una necrológica en el American Journal of Nervous and Mental Illnesses: "Ningún ejemplo más sorprendente de la irreparable tragedia de la guerra en Europa es la temprana muerte de Gaetano Perusini, cordial colaborador de destacadas figuras de las universidades de habla alemana. [...] La neurología y la psiquiatría han perdido a un científico brillante, correcto y con un futuro prometedor".
Gaetano Perusini, inteligente y culto, tan severo en sus críticas como consigo mismo, exuberante en la vida, abierto a las amistades (una de sus relaciones sentimentales no acabó en matrimonio por su prematura muerte), siempre impecable en el vestir, de modales distinguidos y hábitos refinados, pero voluntarioso y con una impresionante capacidad de trabajo (escribió unas cuarenta obras originales desde 1902 a 1913), sin duda dio más a la sociedad de lo que recibió.
Irredentista, antiaustriaco y probablemente por ello anticlerical, pero "religioso" en el sentido de tener una fe firme para perseguir un ideal de vida sin concesiones y mantener siempre "claramente separado el bien del mal", como le describió Cerletti.
Un gran científico, un gran hombre. Seguimos recordándole en nombre de la enfermedad que ayudó a definir: la enfermedad de Alzheimer-Perusini.
* Bruno Lucci - La Nuova Base
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