jueves, 19 de octubre de 2023

DRA. DOROTHY MABEL REED MENDENHALL

Dorothy Mabel Reed, recordada por las células de Reed-Sternberg, típicas del linfoma de Hodgkin, pasó fugazmente por la patología. 
Nació el 22 de septiembre de 1874 en Columbus, Ohio, Estados Unidos.
Su padre murió cuando tenía seis años y la familia tuvo que mantenerse con los ingresos de su empresa de fabricación de zapatos, que no duraron mucho. Se decidió a estudiar medicina por este declive financiero, aunque tuvo oposición de sus familiares. 
Se matriculó en química y física en el Instituto Tecnológico de Massachusetts en 1895, después de graduarse del Smith College. Un año después se incorporó a la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
Graduada en el 1900, hizo el internado con William Osler (1849-1919), y fue, por un año, University Fellow en el Departamento de Patología dirigido por William Henry Welch (1850-1934). 
En ese año hizo 13 autopsias, escribió y publicó el artículo que la hizo conocida y otros dos (uno de ellos realizado cuando aún era estudiante). 
Allí terminó su carrera como patóloga, luego se dedicó a la pediatría. ¿Por qué ocurrió este cambio tan brusco? Primero repasemos el trabajo que le dio renombre.
El artículo "On the pathological changes in Hodgkin’s disease, with especial reference to its relation to tuberculosis", es mucho más que una descripción histológica, es una descripción acabada de la enfermedad de Hodgkin.
El título menciona la tuberculosis, etiología descartada tras rigurosa crítica. El texto tiene 63 páginas, 52 referencias bibliográficas, minuciosas historias clínicas de los ocho casos estudiados, fotografías de los enfermos, y dibujos de la misma autora en dos planchas en color.
Reed analizó ocho casos: siete varones de menos de 17 años, y una mujer de 55 años. Todos comenzaron con adenomegalias cervicales y todos tuvieron fiebre irregular; en cinco se efectuó la prueba de la tuberculina y en todos fue negativa; en tres el bazo era palpable y en uno el hígado. En tres casos se realizó la autopsia, en los demás el diagnóstico se hizo en biopsias de ganglios cervicales; solo en un caso con autopsia la enfermedad de Hodgkin coexistió con la tuberculosis y fue la enfermedad terminal.
La descripción de las lesiones histológicas concuerda con las que hoy hacemos en los tipos de linfoma de Hodgkin. 
A las típicas células de Reed-Sternberg, Reed las considera derivadas de las llamadas “endoteliales”, especie de células aplanadas del tejido conectivo que revisten espacios tisulares.
Y sigue: “These free cells, or mother cells of the germinal centers […]”, son las que se transforman en células epitelioides y luego en gigantes multinucleadas. Estas células gigantes, hasta donde llegan mis observaciones, son peculiares a este crecimiento [de los ganglios], y de gran ayuda en el diagnóstico”, y las describe y dibuja con precisión.
Resumimos las conclusiones de Reed: La enfermedad de Hodgkin es una entidad clínico-patológica; el cuadro histológico es específico, sugiere un proceso inflamatorio crónico, Reed dice antes en el texto: “No hay razón para creer que sea de la naturaleza de una neoplasia maligna”. 
Los eosinófilos son habitualmente numerosos, pero no siempre, y su presencia refuerza el diagnóstico. El agente causal no ha sido descubierto todavía, y la tuberculosis no tiene relación directa con la enfermedad. 
¿Cuáles fueron las razones para abandonar un comienzo tan prometedor en la patología y cambiar la dirección de su carrera? Veamos cuales se aducen.
Una prolija reflexión, con motivo del centenario de la publicación de Reed, argumenta: “Aunque ella deseaba continuar su trabajo en patología, Reed rechazó un nuevo nombramiento por la falta de oportunidades que tenían las mujeres de progresar en las posiciones académicas en la escuela de medicina”.
La reflexión destaca que el artículo de Reed fue poco reconocido y que recién se mencionó el nombre y el trabajo en 1916, en el difundido texto de patología de MacCallum.
Así es, en ese libro la enfermedad de Hodgkin o linfogranulomatosis, ocupa casi cinco páginas y menciona varias veces el trabajo de Reed; la ilustración de las células típicas no es tan buena como las del artículo original.
Más interesantes son las razones reveladas en un artículo de un año después. 
Otro problema se sumaba a la falta de oportunidades en la carrera académica. Se había enamorado del joven MacCallum, recién llegado de una estadía en Europa, quien seguía flirteando con otras chicas cuando, en secreto, se había comprometido con Dorothy. En sus memorias Dorothy escribió: 
"Influida por la necesidad de no verle constantemente si no íbamos a casarnos, decidí dejar Baltimore, dejar la patología y dedicarme a la pediatría como profesión". 
El autor dice al final del artículo que debería haberse titulado “The love history of Dorothy Reed”. Tiene razón, el artículo merece ser leído como historia de la medicina y como historia de amor.
Dorothy Reed se casó en 1906 con un amigo de la infancia, Charles Elwood Mendelhall. Por varios años dejó la medicina y debió ocuparse de su familia. 
En 1914 retomó su carrera profesional, enseñó economía doméstica y puericultura en la Universidad de Wisconsin y desde allí de dedicó con éxito a lo que hoy llamaríamos pediatría social. 
Murió a los 89 años por enfermedad cardíaca arterioesclerótica, el 31 de julio de 1964 en Chester, Connecticut, Estados Unidos.
En 1926 condujo una investigación acerca de las tasas de mortalidad materna e infantil en Dinamarca y su comparación con las estadounidenses. Titulado Midwifery in Denmark, fue publicado en 1929, con la conclusión de que la mayor mortalidad observada en los Estados Unidos era debida a intervenciones médicas innecesarias.
William G. MacCallum sucedió a Welch como profesor de patología en Johns Hopkins en 1917, muchas y variadas fueron sus contribuciones a la medicina y muchos los honores que recibió. Nunca se casó. Uno de sus biógrafos aventura que la soltería tal vez se debió a que llevaba una vida “curiosamente aislada”. Murió, hemipléjico, a los 70 años.

* Juan Antonio Barcat - Medicina Buenos Aires 2018
* Ciencia

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