Arvid Wallgren nació en Norra Räda, en la provincia de Värmland, Suecia, el 5 de octubre de 1889.
Su padre era tendero.
Fue a la escuela en Arvika y Karlstad. Sus años de infancia están conmemorados en un folleto autobiográfico ("Som skolpojke I sekelskiftets Arvika").
En 1908 comenzó sus estudios de medicina en Uppsala. En esa época la tuberculosis todavía era una plaga grave. Comenzó a trabajar clínica y experimentalmente sobre la tuberculosis, lo que dio como resultado su tesis de doctorado en 1918.
Poco después comenzó a trabajar extensamente sobre la mielomatosis; su monografía sobre este campo en 1920, con abundante material de anatomía patológica, es un clásico.
Al año siguiente, a los 32 años, se convirtió en director del gran hospital infantil de Gotemburgo.
En la década de 1920, los científicos franceses Calmette y Guerin introdujeron una vacuna contra la tuberculosis, que más tarde se denominaría BCG.
Wallgren fue uno de los primeros en estudiar las propiedades protectoras en niños.
Llegó a la conclusión de que la vía de administración oral recomendada no era satisfactoria y recomendó en su lugar la inyección intradérmica. Su publicación despertó al principio una vehemente oposición por parte de Calmette, quien, sin embargo, aceptó muy pronto el nuevo enfoque.
Después de veinte años de actividad exitosa en Gotemburgo, Wallgren fue invitado a ocupar una cátedra de pediatría en el Instituto Karolinska de Estocolmo, cargo que ocupó desde 1942 hasta su jubilación en 1956.
Después de la guerra, la clínica Norrtull se convirtió en un punto de encuentro para pediatras de todo el mundo. Gracias a su vasto conocimiento, su enfoque práctico y su mente abierta a nuevas ideas, Wallgren representó un médico y profesor ideal.
A través de su trabajo como editor de libros de texto de pediatría, entre ellos el famoso Fanconi-Wallgren Lehrbuch der Pädiatrie, y de la revista Acta Paediatrica Scandinavica durante quince años (1950-1964), así como por su vital contacto con pediatras de todo el mundo, ejerció una gran influencia en varias generaciones de médicos.
En el campo de la investigación, sus contribuciones más conocidas, además de las relacionadas con la tuberculosis y la mielomatosis, se centraron en la "meningitis benigna aséptica" (término acuñado por Wallgren antes de que se definieran los patógenos virales), la estenosis pilórica, la deficiencia de hierro y, por último, pero no por ello menos importante, la pediatría social y preventiva.
Ejerció una profunda influencia en la salud y el bienestar infantil en Suecia.
Wallgren recibió el título de doctor honoris causa por las universidades de París, Zúrich, Cardiff, Dublín, Argel y Santiago.
Fue miembro honorario de más de 20 asociaciones científicas extranjeras.
Fue profesor invitado o profesor visitante en numerosas universidades, entre ellas, Chicago en 1934, Birmingham en 1939, Sorbonne en París en 1948, Vanderbilt en Nashville en 1949, Manchester y Sheffield en 1950, Santiago en 1952 y Nueva Delhi en 1955.
Tras su jubilación como catedrático de pediatría, Wallgren continuó trabajando intensamente y con éxito durante muchos años.
Fue muy apreciado por sus contribuciones a organizaciones internacionales como la OMS y la UNICEF. Fue el primer presidente del Comité Asesor de Investigaciones Médicas de la OMS en Ginebra (1959-63).
Durante muchos años desempeñó un papel destacado en el trabajo de la Asociación Pediátrica Internacional, el Centro Infantil Internacional de París y la Unión Internacional contra la Tuberculosis.
Su muerte, el 21 de agosto de 1973, fue una gran pérdida.
En Suecia, nadie había contribuido tanto al avance de la pediatría desde los días de Rosen von Rosenstein.
En 1922 Wallgren se casó con Elsa Carlbom, nacida en 1891, hija de un rico industrial sueco. Tuvieron dos hijos.
* B. Vahlquist - Acta Paed Scand, 1973, 62, 553-54; Foto; JAMA, 1973, 226, 366; Monatschr Kinderheilká, 1973, 121, 703-04. Foto; Svenska Läkaresällskapets förhandlingar 1974 - Royal College of Physicians
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